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Lloves se rompe un tendón de un dedo y será baja de 40 a 100 días

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

El portero del Arousa se lesionó sin enterarse en Dubra, hallando un meñique sin movilidad al quitar el guante. El juvenil Aarón ocupa la vacante, y Pazos la titularidad

02 nov 2016 . Actualizado a las 08:55 h.

Cuando Jorge Otero empezaba a ilusionarse con el regreso a la vuelta de la esquina del llamado a ser el gran cerebro del equipo, un Manu Justo en el dique seco desde que se rompía la clavícula en la primera jornada de Liga, el entrenador del Arousa se encontró en la mañana de ayer con un nuevo boquete en el casco de la nave arlequinada. Con una llamada de Sergio Lloves para comunicarle su baja para al menos 40 días. Y eso, en el mejor de los casos. Porque en el peor de los escenarios el conjunto vilagarciano puede tener que tirar sin su guardameta titular del orden de los 100 días. ¿La razón? La rotura de un tendón en el dedo meñique de la mano izquierda del portero redondelano. De no surtir efecto el tratamiento conservador, con la colocación de una férula inmovilizadora, dentro de 40 días deberá pasar por quirófano, con otro mes y medio o dos meses más de recuperación por delante.

«Sinceramente, no sé ni cuándo fue, ni cómo fue». Lloves explicaba ayer que «acabé el partido de Dubra y al quitarme los guantes vi que el meñique de la mano izquierda no estaba bien. Estaba caído, y no respondía a la orden de moverse, no era capaz de elevarlo». El cancerbero titular del Arousa le restó importancia entonces, por dos razones. La primera, que «el vierne, entrenándome, me había hecho un esguince en una falange diferente del mismo meñique, y me había vendado el dedo». La segunda, que «no sentía dolor». Y así decidió regresar a casa sin comentárselo a nadie. Hasta que en su destino «mi cuñado al verme me dijo ‘pasa para el hospital, que lo tienes roto’». Y así se lo confirmaron en el Hospital Domínguez de Pontevedra. «Me hicieron unas placas, y salió la rotura completa del tendón. Pero ya antes de las placas me dijeron que lo tenía roto», relata el jugador.

A partir de ahí, en el centro médico informaron a Lloves de que «van a intentar no operar, a ver cómo responde la articulación con una férula durante 40 días. Y si no, después de ese tiempo, habrá que operar» lo que añadiría «mes y medio o dos meses más de recuperación», informa el portero, al que el médico que lo atendió le comentó que el esguince arrastrado en el meñique pudo haber facilitado el trauma en la falange.

«Fastidiado». Así se encontraba ayer Lloves. Sobre todo porque «ya me había costado más de lo que esperaba volver a encontrarme bien, después de unas primeras semanas en las que tenía la sensación de que no me llegaban casi nada, pero me hacían gol. Desde el partido con el Alondras -el pasado día 9- comencé a jugar tranquilo». Y ahora, vuelta a empezar, en la que es la lesión más grave en la carrera del guardameta de 29 años. Incluso mayor que cuando en Segunda B en el Coruxo se había roto el dedo índice, lo que le obligó a pasar por quirófano para que le colocaran dos tornillos para volver a jugar al mes.

«Tirar cara adiante»

Y si Lloves está «fastidiado», Jorge Otero no le va a la zaga. Sin más salida que la resignación, y esperando a conocer ayer de Lloves en el primer entrenamiento nocturno de la semana los detalles de una lesión que lo cogió desprevenido horas antes, el entrenador del Arousa habló de «outro contratempo máis. Non nos queda máis remedio que tirar cara adiante».

En este punto, el portavoz de la comisión deportiva del Arousa, Eduardo Carregal, informó ayer de que la solución al nuevo problema se resolverá tirando de recursos propios. Esto es, con el cambadés Roberto Pazos, hasta ahora inédito en la Liga pero con la responsabilidad de defender la portería arlequinada en la Copa RFEF, como nuevo titular, y el juvenil Aarón subiendo al primer equipo en calidad de suplente.