La oposición de izquierdas apuesta por que el Concello recupere su gestión directa en el 2025
16 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Se trata de un debate recurrente cada vez que una concesión se acerca a su final. No es el caso, puesto, de acuerdo con el contrato en vigor, el servicio de abastecimiento de aguas estará en manos de Espina y Delfín, como mínimo, hasta el 2025. Sin embargo, el rechazo de las alegaciones que la empresa planteó frente a la nueva ordenanza sobre su tasa, tumbadas ayer unánimemente por el pleno, trajo la remunicipalización de prestaciones básicas como esta a colación. Y demostró que la oposición de izquierdas está en Vilagarcía por la labor.
Tanto el concejal no adscrito, Miguel Alves, como Gaspar Somoza, por Somos Maioría, y Xabier Ríos, en nombre del BNG, apostaron por que Ravella prepare el terreno para recuperar su gestión directa dentro de dos mandatos. Jesús López no solo secundó a sus compañeros, sino que avanzó, incluso, un paso más, al sostener que el Concello «vendeu» en el 2005 la prórroga de la concesión durante veinte años a cambio de 1,3 millones de euros que ahora Espina y Delfín quería repercutir en las tarifas.
Ahí quedó el reto, sobre la mesa, mientras en la bancada popular se producía una novedad importante: la consumación del relevo de Tomás Fole como concejal de la corporación vilagarciana. El propio Fole asistió a una sesión matinal en la que Manuel Méndez tomó posesión como edil conservador en su lugar.