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Abanca presume de su nueva oficina

r.e. VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

El lunes entran en funcionamiento las modernas instalaciones de Plaza de Galicia

03 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Al ver ajetreo al otro lado del cristal, muchos clientes se acercaban ayer por la mañana a la puerta de la oficina principal de Abanca en Vilagarcía. Sin embargo el local, situado en una esquina privilegiada de la ciudad, no estará operativo hasta el lunes, así que muchos de los curiosos tuvieron que embridar sus ganas de echar un vistazo a estas instalaciones. En el interior de la sala, los 16 trabajadores que operarán desde él se afanaban para tenerlo todo a punto para cuando la nueva sucursal, que será la oficina de referencia de la entidad financiera en Arousa y O Salnés, eche por fin a andar.

El nuevo espacio asumirá a sus clientes de siempre y a los que tenían su referencia en la calle Covadonga. Así que habrá mucho más trajín, pero cualquiera diría que en la sucursal hay también mucho más espacio. En realidad, son cuatrocientos metros repartidos en dos plantas, en las que se ha aplicado un diseño que pretende «mellorar a calidade de servizo ao clientes, a través dunha atención máis eficiente, áxil, personalizada e especializada». La oficina, punta de lanza de Abanca en la comarca, cuenta con espacios «máis abertos, modernos e transparentes, cun forte compoñente tecnolóxico e de imaxe». Desaparecen los despachos, que son sustituidos por espacios polivalentes que se adaptan en función de las necesidades. Hay cuatro puestos de caja, varias mesas para mantener reuniones personalizadas, y áreas de descanso en las que, si el cliente lo desea, se podrá negociar sentados en unos cómodos sofás.

Todo ello es posible, obviamente, gracias a las nuevas tecnologías, que juegan un papel muy destacado en la nueva sucursal. Se nota desde la entrada, donde ha sido colocado un «pool de autoservizo 24 horas» dotado con tres cajeros de última generación. Unos pasos más adelante, antes de llegar a las cajas -sobreviven cuatro, para los nostálgicos-, hay colocada un «xestor de benvida», una máquina que da la vez. Pero no de cualquier manera: el cliente deberá especificar qué tipo de operación quiere realizar y quien quiere que le atienda.

Los trabajadores de la sucursal disponen de unas tabletas «que permiten unha total mobilidade para dar unha mellor resposta ás demandas dos clientes». Las instalaciones, además, estarán dotadas de una red Wifi gratuita, como no podía ser de otra manera en una oficina hecha a medida de los clientes del siglo veintiuno. Y es que, a fin de cuentas, de eso se trata el cambio operado en este local: el diseño no busca mejorar la estética -aunque lo logre- sino que pretende dar un «impulso á estratexia de especialización que está a desenvolver a entidade». «Posibilita un cambio cualitativo na especialización da oferta, na súa aposta por unha atención personalizada e por dar respostas adaptadas a cada segmento de clientes», explican desde Abanca, que cuenta en la plantilla de trabajadores con gestores especializados en pymes, de banca personal y de planificación social.