Un centro preparado para apoyar al alumno en lo que más necesite

Tiene unas instalaciones que merece la pena recorrer, pero que pasan desapercibidas. A solo un paso del centro, el colegio de Educación Especial de Vilagarcía es un gran desconocido para parte de la población. «Ya van varias ocasiones en la que algún profesor sustituto pregunta en la ciudad dónde queda el colegio y no saben decirle», indica Alba Paredes, directora del centro escolar. Por ello, decidieron que ayer era el día idóneo para celebrar una jornada de puertas abiertas y mostrar las instalaciones a las familias, orientadores y vecinos de la localidad. Y es que hay mucho que visitar.

Basta con cruzar los jardines del Dr. Fleming para encontrarse con el edificio. En él, se imparten clases de enseñanza básica y de transición a la vida adulta a treinta alumnos de entre ocho y veintiún años. Es el Equipo de Orientación Específica (EOE) quien se encarga de emitir el dictamen que recomienda la matriculación en un centro como este, en el que basta darse un paseo para conocer sus ventajas: hay aulas de grupos reducidos y otros espacios en los que, por ejemplo, se ubican una cocina y un bar en los que desarrollar su autonomía y habilidades del día a día. Fuera de las clases que pueden verse también en los colegios ordinarios es donde este centro se vuelve enorme: cobran prioridad aulas como la de estimulación sensorial. Por ello se está trabajando en su ampliación.

A unos metros del espacio en obras que será la nueva aula de estimulación sensorial, se encuentra la que ahora se utiliza. Pueden verse máquinas como una cama de agua y una columna de burbujas, que permite a los estudiantes del centro fortalecer actitudes como la capacidad de concentración y realizar tareas se seguimiento gracias a los cambios de color y de movimiento de las burbujas. En lo que a novedades se refiere, se está creando también una biblioteca.

Fisioterapia

Aula de música, de plástica, de psicomotricidad, pero también de fisioterapia. El centro cuenta con una fisioterapeuta y un auxiliar de clínica a tiempo completo para atender los problemas de movilidad de los alumnos. Un motivo por el que también dispone de baños adaptados, con grúas y camillas. El personal del centro lo completan dieciséis profesores, seis cuidadores, un conserje y un cocinero. «Con un menú de primera calidad», asegura Paredes mientras recorremos el comedor. Terminada la hora de comer, es el momento de regresar a casa: tienen transporte escolar a todos los puntos de la comarca a y otras zonas más alejadas como Cuntis, A Estrada, Boiro y Porto do Son.

FP de reprografía

Pensando en la salida laboral, el centro ha solicitado la implantación de la FP básica adaptada de reprografía. Una especialización con la que completar una educación de lo más variada y en la que tres pilares decantaron la elección para la petición: el material disponible, los gustos del alumnado y su futura empleabilidad.

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