Manuel convirtió el bar que heredó de sus padres en un local imprescindible
31 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Fueron sus padres, Manuel y Dolores, quienes iniciaron la saga de los Campos, hace ya más de cincuenta años. Ambos convirtieron los callos, martes y sábado, coincidiendo con la celebración del mercadillo, en toda una tradición gastronómica en Vilagarcía. Quién no ha acudido en alguna ocasión a su esquina de Ravella con una perola en la mano para llevarse un par de raciones a casa. Y, de paso, sellar una quiniela o una bonoloto. Carmela, su esposa, siempre ha sabido guardar el ingrediente secreto de una receta formidable que ahora pierde a uno de sus hacedores. Manuel Campos Soto falleció el domingo, de forma inesperada, al no poder recuperarse de la intervención quirúrgica a la que había sido sometido. Los funerales se celebran esta tarde, a las cinco y cuarto, en Santa Eulalia.