El Curtas firmó una jornada verdaderamente completa, con Esteban Maroto, Ciruelo Cabral y John Howe como figura central, reflexionando sobre el proceso creativo y la vigencia del creador de la Tierra Media
27 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Definitivamente, el Curtas salió ayer a la calle. Algún que otro caminante se preguntaba, mientras observaba los puestos de la Feira de Artesanía desplegada en Rey Daviña, qué fiesta estaría celebrando Vilagarcía que explicase la presencia de tan nutrido mercado. La conmemoración no es otra que la del decano de los festivales gallegos dedicados al mundo del cine. Y el cómic, desde hace unas cuantas ediciones.
El Curtas estuvo, desde luego, a la altura, con una jornada irrepetible para los amantes de la ilustración y la fantasía. Este sábado verá cómo las tres películas con las que Peter Jackson tradujo El Señor de los Anillos en imágenes se proyectan en el Salón García. Un maratón gratuito que muchos de sus fans más jóvenes, por lo menos aquellos que apenas se asoman a la mayoría de edad, no habrán podido apreciar en una pantalla como es debido. Que sepan que una de las mentes que diseñaron el arte sobre el que se levantó todo aquello está también en Vilagarcía. John Howe hizo ayer las delicias de un buen puñado de aficionados a la fantasía en la sala de conferencias del auditorio. Con permiso, claro, de otros dos maestros. Esteban Maroto, uno de los autores más queridos por quienes peinamos ya bastantes canas. Desde las portadas de aquellas revistas de Toutain hasta su trabajo con Conan o Red Sonja, cualquier cosa que toque Maroto es una maravilla. El cartel de esta edición del festival, sin ir más lejos. Ciruelo, que esta tarde guiará una visita a la muestra de su obra que ilustra la sala Rivas Briones, ejerció como traductor de John Howe junto a un entusiasta voluntario del público, José María, que fue desgranando al maestro «in wonderful english» las preguntas y reflexiones que surgían del respetable. Si la obra de Tolkien está vigente, subrayó el genio canadiense, es porque bucea en la esencia ser humano, más allá de sus condiciones concretas en un lugar y en un momento determinado. No hay mejor definición de la fantasía, al fin y al cabo. De esa fuente y del encuentro entre lo individual y lo colectivo surge la creatividad.