De paseo por las estrellas de la mano de De la Quadra Salcedo

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

XAIME RAMALLAL

Íñigo usó su planetario para que los alumnos del Sagrada Familia tuvieran una lección muy especial

01 nov 2018 . Actualizado a las 13:22 h.

Hace seis años que Íñigo de la Quadra-Salcedo está viviendo en Carril. Allí acabó tras enamorarse de una vilagarciana, pero su llegada a Galicia no ha supuesto que se olvide de sus orígenes, ni mucho menos. Para quienes tienen una edad, su padre Miguel era todo una referencia que alcanzó una espectacular repercusión con la Ruta Quetzal.

Íñigo ha cogido su legado y ahora está inmerso en un proyecto más modesto, evidentemente, pero igualmente con la educación como primer punto en su actuación. «Navegando por el universo» se llama la propuesta en la que ahora trabaja y con la que está yendo por los colegios de toda Galicia. Ayer, por ejemplo, estuvo en el Sagrada Familia de Vilagarcía y el día interior fue el IES de Burela el lugar donde pudieron disfrutar de una charla diferente.

Todo sucede en un planetario portátil, hinchable, que Íñigo compró en Estados Unidos y que sorprende a quien en él se adentra. Hasta treinta personas pueden estar en su interior y disfrutar de una experiencia enriquecedora, en la que los chavales descubren cómo se mueven las estrellas y los planetas. Y no solo eso, también aprenderán a orientarse de noche y a diferenciar y situar los nombres de las distintas constelaciones.

El planetario recrea con total precisión el cielo nocturno desde cualquier lugar de la Tierra en una bóveda que tiene cinco metros de diámetros. Una completa charla astronómica, de unos cincuenta minutos de duración, con una herramienta muy atractiva, que Íñigo está llevando por todos los colegios e institutos de Galicia y del que se puede obtener más información llamando al 639 102 882.

El legado de Miguel

Íñigo intenta mantener vivo el legado de su padre. Aquella Ruta Quetzal que comenzó como un proyecto para trazar lazos entre España e Iberoamérica y del la que todos los adolescentes que en ella participaban aprendían tanto en la faceta cultural como en las vivencias que los chavales tenían en un entorno totalmente distinto al que se podían encontrar en su día a día.

Su padre Miguel falleció hace un par de años tras una vida tremenda, en la que llegó a ser campeón de España de disco y de martillo, especialidad esta último en la que llegó a inventar un movimiento que le ayudaba a lanzar por encima de los 80 metros, pero que la Federación Internacional de Atletismo invalidó. La Ruta Quetzal nació en 1979 y en ella participaron más de siete mil jóvenes durante tres décadas.

Íñigo intenta ahora mantener vivo ese espíritu con un planetario muy especial.