Ravella subraya que el abogado de la sociedad y uno de sus directivos asistieron a las reuniones del Liceo de Vilagarcía
VILAGARCÍA DE AROUSA
El gobierno local niega cualquier maniobra oscurantista, reitera sus compromisos y nota un tinte político en el presidente liceísta
30 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Que la portavoz del Partido Popular, Ana Granja, fuese la única representante de un grupo municipal de Vilagarcía que asistiese a la incendiaria rueda de prensa que el martes ofreció el presidente del Liceo Casino, Borja Santamaría, resulta, para el gobierno socialista de la ciudad, revelador de que la crisis en la que lleva años inmersa la sociedad pueda derivar «nunha utilización política». Que Santamaría quiera denunciar al alcalde, Alberto Varela, por una supuesta vulneración de la Ley de Protección de Datos le parece, por lo demás, perfectamente lícito al grupo socialista, por mucho que «anteponer os insultos [el presidente atribuyó al regidor un comportamiento directamente «mafioso»] ás razóns non semelle ser a mellor decisión para iniciar ese camiño».
En cualquier caso, Ravella niega la existencia de maniobras oscurantistas a la hora de cumplir compromisos como la cesión de un local social al Liceo tras la conversión de su antigua sede, adquirida por el Concello, en la «gran biblioteca municipal que Vilagarcía merece». Hubo, señala el equipo de Alberto Varela, una serie de reuniones con la directiva liceísta para abordar este proceso. A una de ellas, explican los socialistas, asistió el propio Borja Santamaría. En las demás lo sustituyeron otro directivo y el abogado de la sociedad. Hasta donde puede saber lo ocurrido el gobierno local, dicho dirigente informó puntualmente a su presidente de cuanto se habló en esas citas. Conclusión: «Se o presidente está informando e as reunións se producen na alcaldía, a petición da propia entidade e con asistencia do seu avogado, moi secretas non parecen».
Más allá de las querencias de corte político, Ravella observa en el fondo de esta controversia una discrepancia entre los directivos y lo socios del Liceo que, en su opinión, debería ser abordada de forma interna. Sea como fuere, el gobierno socialista asegura ser muy consciente de la relevancia histórica de la sociedad. De ahí, en buena medida, su decisión de adquirir la sede de la calle Castelao por 475.000 euros, que no deja de ser una suerte de rescate frente a su zozobra económica, y el proyecto de mantener vivo su patrimonio con la conversión de las instalaciones en una eficiente biblioteca, gracias a la inversión de 1,5 millones de euros propios y al recurso a los fondos de recuperación de la Diputación de Pontevedra.
Más allá de este punto, el grupo de gobierno garantiza que será fiel a su compromiso y ofrecerá una alternativa para que el Liceo Casino conserve un local social. Eso, subraya, es precisamente lo que se ha venido negociando con sus representantes: «Se o presidente, informado puntualmente, non asiste, é unha cuestión que compete á sociedade, non ao Concello», concluyen los representantes municipales, quienes advierten que, en el momento en el que exista un acuerdo, este será perfectamente público y rubricado con quien presida la entidad en ese momento. Hasta entonces, advierte el gobierno vilagarciano, el único convenio que se ha firmado es el relativo a la operación de compraventa de la sede de Castelao. No existe ningún otro.