Escolares en tierra, servicios mínimos y viajeros apurados, así está resultando la huelga de autobuses en Arousa

Dejando a un lado los servicios mínimos, la huelga del transporte de pasajeros, convocada por las tres principales centrales sindicales de Galicia, mantiene congeladas las comunicaciones por autobús en la comarca de O Salnés. La paralización afecta particularmente a las líneas escolares, que esta mañana dejaban a varios chavales en tierra. Sucedió en Cambados, en cuya estación de buses no había un solo vehículo aparcado. Una decena de alumnos del colegio salesiano llevaban media hora esperando, un retraso motivado, al parecer, por la necesidad de concentrar rutas. A la vista de la notable demora, algunos padres optaron por ir a buscar a sus hijos en coche para llevarlos a sus centros respectivos.

En Vilagarcía, la estación registraba una actividad ligera a primera hora del día. A las ocho y media, solo un autocar permanecía en los andenes. Se trataba de uno de los vehículos que cubre la línea regular entre la capital arousana y Caldas, con un par de pasajeros a bordo. Dos hombres aguardaban por el bus de las nueve de la mañana hacia Pontevedra. «Normalmente hay cada hora, pero hoy no volverá a haber otro hasta las ocho de la tarde», explicaba uno de ellos, cuyo destino final era Vigo: «Voy a llegar justo, pero en Pontevedra, desde luego, cogeré el tren, porque tengo que estar allí a las once».

Los servicios mínimos también se establecieron en las líneas del transporte urbano de Vilagarcía. Los autocares de Benito Abalo, que gestiona la antigua Pereira, realizaron trece viajes entre las siete y media y las ocho de la mañana. A partir de ahí, sus motores se pararon y no retomarán su actividad hasta las seis de la tarde, y lo harán de forma restringida. Estos son los recorridos y los horarios que funcionarán a partir de esa hora, también de los autobuses hacia Catoira y Pontecesures.

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