Un grito desesperado desde los portales: «Nuestra fachada no es un pipicán»

VILAGARCÍA DE AROUSA

Varios edificios de la calle Vista Alegre, en Vilagarcía, han colocado carteles en los que piden respeto a los dueños de canes, pero ese tipo de iniciativas proliferan en toda la ciudad
17 ene 2024 . Actualizado a las 20:17 h.A finales de abril de 2022, el Concello de Vilagarcía lanzaba una sorprendente campaña con la que pretendía convencer a los propietarios de perros poco cívicos de la importancia de borrar las huellas que sus animales dejan cuando salen a la calle. «Á caca, bolsaca» o «ao pis, flisflís» fueron dos de los lemas centrales de una iniciativa que será recordada por un hinchable en forma de deposición canina, que mostraba la cantidad de excrementos que realizaban en solo un día los perros censados en la localidad: era enorme. La campaña algún efecto ha surtido. A falta de datos más exactos, desde el departamento de limpieza del Concello de Vilagarcía reconocen que existe «la impresión de que se ha mejorado, lo que no quiere decir que siga existiendo gente incívica y que no siga habiendo excrementos en vías y parques». Hay calles, como Vista Alegre, en la que siguen apareciendo deposiciones caninas. Pero quienes residen en ese lugar parecen compartir una preocupación mayor por los orines de los animales. Quizás por eso, en varios edificios de la calle han colocado carteles con elocuentes mensajes. «Nuestra fachada no es un pipicán; la culpa no es de los perros, es de los dueños», dice uno de esos carteles. Está colocado a uno de los lados del portal de acceso a una empresa de pinturas a cuyo frente se encuentra Víctor Mondragón. La puerta de entrada a su almacén ha sido pintada por una artista urbana no hace demasiado tiempo. «Y en la parte izquierda, abajo, ya se está oxidando. En esa misma parte tuvimos que cambiar una cadena del mecanismo, y el herrero nos dijo que se había oxidado, probablemente, por los orines», relata. Lleva tiempo luchando con ese problema: ha utilizado todos los métodos posibles, «pero no hay manera», recalca. Así que colocó el cartel a ambos lados de su portal, «pero uno ya lo arrancaron».
No es el suyo el único caso de vecino cansado de las huellas y los olores que los orines caninos dejan en la calle. A unos pocos metros, en el portal de entrada a una peluquería, se encuentra uno de los carteles repartidos en 2022 por el Concello durante la campaña de sensibilización: un perro que recuerda que sus deposiciones deben ser recogidas o limpiadas. Aquellas pegatinas, dice el Concello, se agotaron. La propietaria del establecimiento reconoce que en la calle el problema es especialmente molesto. «En mi caso no pasa eso, pero hay otros portales en los que los meos están afectando a la piedra», que se oscurece y erosiona. Aún una tercera casa de la calle lanza una advertencia a los propietarios de canes que pasan frente a ella. «Nin caca nin pipí», dice en inglés, bajo una señal de prohibido suficientemente elocuente. Y sigue: «O seu pis aquí, non. Recolle os excrementos do teu can, leva auga con vinagre para os mexos. Se responsable».
Este tipo de carteles no son exclusivos de Vista Alegre: proliferan por toda la ciudad. Aparecen en lugares tan céntricos como la plaza de Ravella, donde un establecimiento comercial ha tenido que alicatar una parte de su fachada para poder limpiar con facilidad el pestilente olor de los orines caninos. Han colocado, también, un cartel llamando la atención de los propietarios de los animales. En la calle de la estación de trenes también hay algún negocio que ha decidido sacar los colores a quienes dejen a sus mascotas hacer sus deposiciones donde no debe. Y en el barrio de O Piñeiriño aún son visibles los carteles colgados por una mano anónima en los que, sin contemplaciones, se decía: «No dejes que tu perro pasee con un cerdo». Más claro, agua.