El filósofo, músico y escritor Manuel Seixas imparte un taller de Filosofía en las Casas Modernistas isleñas
21 ene 2024 . Actualizado a las 12:22 h.Estudiando COU en el instituto Calvo Sotelo, hoy Castro Alobre, tuvo una estupenda relación con su profesor de Filosofía. Le mandó hacer un trabajo sobre El extranjero de Albert Camus, le gustó, pensó que eso, la filosofía, era lo suyo y estudió esa carrera en Santiago, donde hizo sus mejores amigos vilagarcianos, que aquí, en Vilagarcía, estaban como contenidos, pero al llegar a Compostela se liberaban y sacaban lo mejor. Era aquella Vilagarcía de los 90, donde, estimaba nuestro protagonista, A Baldosa era el símbolo de la ciudad, un lugar donde la gente aparentaba, pero no se abría.
Escribimos hoy sobre un vilagarciano peculiar, que, siendo joven, rechazaba ser encasillado en una Vilagarcía donde, decía él, la gente decidía por ti si eras blanco o negro, pero no podías ser marrón. Escribimos sobre Manuel Seixas (Vilagarcía, 1961), escritor, músico, profesor, filósofo y protagonista de un empeño sorprendente, único, exclusivo: imparte un taller de Filosofía en A Illa de Arousa a nueve mujeres y un hombre, un curso que forma parte del programa de actividades del concello. El taller se desarrolla en las Casas Modernistas los lunes, miércoles y viernes en horario matinal hasta el mes de mayo, es gratuito y está abierto a quien le interese la tarea de pensar.
En esta vida, hay cursos de casi todo, «pero non hai cursos de pensar, esquecemos pensar. Máis ca nunca necesitamos ter espírito crítico para entender o que está pasando no mundo», declaraba Manuel Seixas a Bea Costa. Pensar para entender el mundo según lo ve cada uno, relativizando, en compañía de unos alumnos y de un profesor que no creen en verdades absolutas.
Manuel Seixas se jubiló hace dos años, al cumplir los 60, después de una vida dedicada desde 1988 a la enseñanza, pero también al rock y a la literatura. Si la filosofía entró en su vida en el instituto, con la música sucedió algo parecido: empezó con ella en el año 1977, en Tercero de BUP, con un grupo de jóvenes vilagarcianos llamado Dolmen. Ya en la universidad, formó el grupo La Vieja Táctica. Aunque la consagración llegó con Korosi Dansas, donde junto a Roberto Camba, Xurxo Romero y Josito Porto crearon lo que dio en llamarse Rock de Batea, una música que intentaba trascender más allá de la «carallada» y del entonces llamado Rock Bravú y plasmar en las letras el sufrimiento y la rabia. «Es que la gente no es feliz todo el tiempo. También sufre», resumía Manuel.
Algo de esa filosofía del Rock de Batea del Seixas treintañero sigue vivo en estos cursos del Seixas maduro. «A maioría intentamos sobrevivir e non comprometernos. Soportamos un telediario con mortes e violencia, vendo cousas amorais, e seguimos comendo. Como dicía Genito (un dos participantes no curso), temos unha insensibilidade moi grande, desconectamos, hai moito egoísmo», reflexionaba el filósofo en su entrevista con Bea Costa.
Manuel Seixas nació en Vilagarcía, por As Carolinas. Su madre había venido de Lugo a trabajar y su padre, al que llamaban Manolo Catoira por su lugar de nacimiento, estaba colocado en Larsa, donde el filósofo tuvo su primer trabajo durante dos años, antes de sacar las oposiciones de profesor de instituto. En Larsa, conoció la disciplina laboral y aprendió a valorar el tiempo libre y el trabajo.
Los profesores que han tenido una experiencia laboral fuera del especial ambiente de los colegios y los institutos son diferentes, tienen un planteamiento práctico y realista que da resultado en el aula. «Dar clases es una de las mejores cosas de mi vida. Si te dejas la piel y te corresponden los alumnos, es maravilloso, te hacen tener esperanzas de futuro», contaba Seixas tras pasar por los institutos de Viana do Bolo, Carril, Ribeira y Vilanova de Arousa. En ocasiones, los alumnos le hacían llorar de emoción al acabar el curso. Casi 30 años después, dirigiendo el taller de Filosofía en A Illa, su planteamiento no ha cambiado mucho: «A Filosofía é unha materia escura e os alumnos teñen que entender que é única e que a teñen que amar; soa a utópico pero eu intento que amen o que teñen que chapar».
Rock, filosofía y literatura. La escritura es otra de las facetas a la que Manuel Seixas ha dedicado su vida. Empezó a escribir en castellano. «Lo del gallego y el castellano fue una esquizofrenia durísima. No pude escribir en gallego hasta que no lo sentí. Fue hacia los años 90. Escribí libros de poemas, canciones y relatos. Nunca he parado de hacerlo», declaraba el Seixas treintañero. Ahora, con 62 años, podría declarar lo mismo: nunca ha dejado de hacerlo. Ya entonces su intención era escribir sobre la «gente normal, o mejor, anormal y que pasa por rara, siempre desde el lado de los que pierden y sufren. Si empleo en algún caso la ironía, es para que el sufrimiento sea más llevadero».
Y ahora, este obradoiro de Filosofía en A Illa, un proyecto a contracorriente en un tiempo en que la grandeza de pensar está en regresión en los planes de estudio, cuando las redes sociales imponen la inmediatez, la irreflexión. Pero, a veces, se encuentran un filósofo y diez personas en A Illa, todo fluye y Seixas se emociona: «Hoxe foi marabilloso porque vin a dez persoas pensando».