El consorcio de bomberos sacrificó el sábado la sede de Vilagarcía para abrir la de O Porriño
VILAGARCÍA DE AROUSA
El órgano cerró las instalaciones arousanas, que disponían de una dotación, completa, para destinar a sus tres operarios a la estación del sur y a la de Ribadumia
11 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Independientemente del pulso que los bomberos mantienen para ver dignificada su situación laboral, negándose a hacer horas extra voluntarias, las decisiones que toma el Consorcio Provincial Contraincendios e Salvamento de Pontevedra resultan, en ocasiones, sorprendentes. El sábado, por ejemplo, el órgano, en el que están presentes la Xunta y la Diputación, decidió cerrar la sede de Vilagarcía, pese a que contaba con una dotación completa: tres operarios son el mínimo exigible para que las instalaciones puedan funcionar. Lo hizo para facilitar que pudiese abrir la de O Porriño, a la que le faltaba un trabajador para alcanzar ese mínimo. Sus otros dos compañeros fueron trasladados a Ribadumia para el desarrollo de la jornada.
De los cuatro municipios en los que existen sedes de los bomberos provinciales —además de Vilagarcía y O Porriño, Ribadumia y Bueu— solo la capital arousana y O Porriño superan los veinte mil habitantes y están obligados a disponer de un servicio de extinción de incendios urbanos.