Un acuerdo consigue desbloquear la urbanización del antiguo Liceo de Vilagarcía

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

La inmobiliaria que compró la parcela admite que escrituró más suelo del que le pertenecía

02 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Teniendo en cuenta que el acuerdo privado que José Manuel Pérez Vallejo, entonces presidente de la entidad, firmó con la inmobiliaria Coinasa data del 2002, y que la venta no se consumó legalmente hasta el 2009, es fácil calcular lo largo que ha sido el litigio acerca de la parcela sobre la que se levantaban la antigua sede y el pabellón de deportes del Liceo de Vilagarcía. Aquella operación se llevó a cabo en siete actos jurídicos sucesivos, que una serie de particulares y una sociedad impugnaron de inmediato, denunciando que se habían escriturado terrenos de su propiedad, ajenos al solar liceísta. Quince años más tarde, el conflicto parece llegar a su fin. La compañía que adquirió la finca con la intención de construir viviendas reconoce que, en efecto, la superficie en disputa pertenecía a los denunciantes y acuerda una indemnización a su favor.

A la espera de que el documento sea homologado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Vilagarcía, y a conocer el futuro de los dos contenciosos que siguen en marcha, este paso desbloquea sobre el papel la urbanización de una finca que roza los tres mil metros cuadrados, enclavados en el corazón urbano de Vilagarcía, en uno de los flancos de la Casa do Concello. Está por ver que sea Inversiones Liceo Marítimo S. L., la marca que sustituyó a Coinasa, la que desarrolle el proyecto, puesto que desde el 2009 lo único que ha trascendido sobre su actividad es, precisamente, este farragoso proceso judicial.

El Concello de Vilagarcía, por su parte, ha mostrado ya su conformidad con un acuerdo que le atañe en parte, puesto que en el 2009 aprobó definitivamente el proyecto de urbanización «para unha rúa de nova apertura na travesía de Ravella» y le concedió licencia de obras sobre la superficie mal escriturada, además de corresponderle las preceptivas cesiones en el momento en el que el solar sea urbanizado.

De haber continuado adelante el conflicto, el propio Ayuntamiento podría haberse visto envuelto en él como responsable subsidiario. De hecho, igual que el Liceo Casino, se vio ya en esa situación cuando la ramificación penal del mismo proceso fue juzgada en A Coruña en el 2017. El tribunal dictaminó entonces que no le correspondía dirimir la titularidad de los terrenos, sino concluir si se habían cometido o no un delito de estafa y otro de falsedad documental, que finalmente quedaron en nada. Lo que sí había avanzado, y con malas perspectivas para los intereses de la inmobiliaria, era la vía civil, al que este acuerdo debería poner punto final.

Aquellos 1,3 millones de euros

Atrás quedan los 22 años transcurridos desde que el equipo de Pérez Vallejo acometió la más ambiciosa de las fusiones jamás soñada entre las sociedades recreativas de Vilagarcía, que colocó al Liceo poniendo proa junto al Casino y al Club de Mar. El objetivo final era la construcción de un club de campo en las afueras de la ciudad, dotado de piscinas, instalaciones de hostelería y pistas deportivas. La principal vía para financiar todo aquello era, precisamente, la venta de la sede liceísta junto a la céntrica plaza de Xoán XXIII.

Entre unas cosas y otras, la entidad conjunta debió de ingresar del orden de 1,3 millones de euros que no sirvieron absolutamente para nada, ya que primero se esfumó la idea de aquel club de campo, a continuación naufragó la opción de gestionar un auténtico complejo náutico en la dársena 3, que la Autoridad Portuaria le concedió a la familia liceísta, y la sociedad entró en una fulgurante decadencia de la que difícilmente podrá recobrarse nunca, sin apenas patrimonio y menos de medio centenar de socios.