Comerciantes en pie de guerra: «Tenemos que limpiar orines de perro todos los días»
![Rosa Estévez](https://img.lavdg.com/sc/QfnBVc_xOUjd7jXgLViLlecCkRY=/75x75/perfiles/186/1623687345792_thumb.jpg)
VILAGARCÍA DE AROUSA
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Negocios de la calle Alejandro Cerecedo de Vilagarcía se quejan de la suciedad en esta vía
21 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.En la calle Alejandro Cerecedo, los días arrancan con el sonido de las persianas de los negocios que se abren. Desde ese mismo momento, a los responsables de algunas de las tiendas que funcionan en esta vía, situada en el centro de Vilagarcía, se les agria la jornada. «A veces están chorreando de orines de perro», cuentan. Desde luego, no es el mejor aroma para bautizar un día de trabajo. La falta de limpieza en las aceras, aseguran, es un problema que arrastran «ya desde antes de la pandemia» y que tiene a los comerciantes agotados. «Vemos pasar a los barrenderos y vemos que barren, pero no se limpian las aceras. Aquí hay manchas que son de mierdas pisadas y repisadas», explican desde uno de los establecimientos de la vía.
Y es que eso es lo que ocurre, explican desde otro de los comercios, si no andan rápidos a la hora de recoger los excrementos que algunos canes con dueños incívicos realizan en la acera. «Una vez salí a llamarle la atención a una señora porque su perro había hecho caca en la puerta. Me dijo que no llevaba bolsa en ese momento y que ya lo recogería ‘a la vuelta'», narra, visiblemente enfadada.
Los manchurrones que señalan los lugares favoritos de los canes para orinar son bien visibles. Cada comerciante se ha habituado a limpiar cada mañana su fachada lo mejor que puede, pero eso no evita «que en la calle huela a meo». Y más tras la Festa da Auga, cuando algunos animales de dos patas utilizaron un portal abandonado como meódromo público. «Y esto no lo vino a limpiar nadie. Es asqueroso», dice la responsable de la tienda más próxima a ese punto especialmente negro de la calle.
Los comerciantes se han dirigido en varias ocasiones al Concello de Vilagarcía para exigir «que se limpie nuestra calle igual que se limpian el resto de calles del centro». Es decir, que además de barrer, se utilicen productos para limpiar y desodorizar, haciendo especial hincapié en los problemas generados por la amplia población canina que habita en la ciudad y que, en demasiados casos, no comparte su vida con humanos que tengan conciencia de sus responsabilidades.
«Hay calles en las que están poniendo cartelitos para llamar la atención de los dueños de los perros», reflexionan en Alejandro Cerecedo. Pero no tienen muy claro que esa fórmula vaya a servir de algo. «¡Si cuando los pillas y les dices algo, aún tienen más que decir!», explican. «Acabar con ese problema es cosa de todos y depende de la concienciación. Pero mientras tanto, el Concello tendrá que limpiarnos nuestra calle. ¡Estamos en el centro de Vilagarcía!», concluyen.