Ferretería Nartallo: fuerza centenaria frente a las multinacionales
VILAGARCÍA DE AROUSA

El establecimiento de Vilagarcía lleva funcionando desde el año 1912 adaptándose a las tendencias. Los bazares, hipermercados e internet no se lo ponen fácil, pero el pequeño comercio resiste
20 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Más de un siglo de historia acompaña a Almacenes Nartallo Ferretería S. L. en Vilagarcía de Arousa, lo que lo convierte en uno de los negocios más antiguos de la ciudad. Su actual propietario, José Enrique Pérez Nartallo, lo explica mientras recuerda sus inicios al frente de la firma, en torno al 2003: «Hai papeis xa do 1912, aínda que din que apareceu algunha cousa anterior», asegura. Han pasado pues, 112 años, en los que la esencia del negocio no ha cambiado, aunque sí las tendencias y gustos del cliente.
La báscula con la que posa Nartallo pone el toque del siglo XX al establecimiento, que no ha perdido generación tras generación. «A clientela que máis vén son persoas que teñen 60 ou 70 anos. Entra moita máis xente maior que viven en casas en vez de vivir en pisos. Nelas sempre hai máis traballo porque teñen unha pequena horta ou máis cousas que arranxar; gústalles ter a casa ben e gastan máis que a xente que vive nun edificio», señala el empresario.
En Nartallo hay mucho más que exposición y venta, también transportan cemento y materiales de menaje que no se pueden llevar en una bolsa, aunque el movimiento por carretera poco tiene que ver con el de hace décadas, cuando la firma llegó a tener una importante flota de camiones que recorría Galicia de norte a sur llegando a Portugal. «Por exemplo, en cemento en po temos dúas cubas agora; antes tiñamos seis. Ao mellor faciamos unha media de dez viaxes diarios; actualmente, como moito, facemos dúas», apunta José Enrique.
De su mano, la ferretería ha vivido diversas etapas, entre ellas la crisis económica del 2008 que así recuerdan desde el almacén: «É complicado sobrevivir neses momentos. Por exemplo, o cemento pasárase a vender un 10 % do que se vendía antes. Non hai empresa que sexa capaz de soportar iso». La crisis del ladrillo no llegó sola. La venta en el mostrador también se redujo a pasos agigantados coincidiendo con la irrupción de las grandes superficies, los bazares chinos y las ventas por internet. «Temos todas as seccións máis menos igual, porque tamén vendemos ferraxería ao por maior». Con un futuro incierto, pues las tendencias son algo cambiante, desde Almacenes Nartallo pintan un panorama negro: «Vai ser difícil que se manteñan as vendas tendo en conta que son negocios relativamente pequenos comparados con superficies comerciais ou grandes almacéns de construción».
El hecho de que en los bazares y grandes superficies se pueda comprar de todo, desde un martillo a un bote de pintura, pasando por un juego de tazas a una sartén, provoca que los históricos del sector se vean relegados a jugar un papel cada vez más testimonial en el mercado.
No obstante, la diferenciación es un valor añadido que en Nartallo, como en otras muchas ferreterías familiares que resisten en el siglo XXI, se presenta como el mejor aval para seguir luchando por el cliente que busca calidad y atención personalizada.

Con la vendimia llegó la hora de vender capachos
El verano se acaba y con el cambio de estación muda, también, la demanda de artículos. Este mes tocó vendimiar de modo que en Nartallo han sacado del almacén las existencias de capachos, guantes, tijeras y demás utensilios que se necesitan para trabajar bajo las parras y en las bodegas. Después vendrán las podas y los sulfatos, y así, año a año, porque «isto vai por tempadas», explica el empresario. La viticultura es uno de los nichos de negocio para el sector y para las ferreterías de siempre, el pequeño cosechero le sigue siendo fiel. Y como la vajilla siempre acaba rompiendo y en casa nunca sobran unos alicates, la visita a Nartallo sigue siendo obligada.