La dirección de Vilaxoán presenta su dimisión por la situación del colegio
VILAGARCÍA DE AROUSA
La consellería no acepta la renuncia y asegura que está buscando soluciones para resolver los problemas del centro
30 nov 2024 . Actualizado a las 20:09 h.La situación que atraviesa la comunidad educativa de Vilaxoán es, cada vez, más compleja. El jueves, la dirección del colegio presentó su dimisión en bloque. Directora, jefa de estudios y secretario trasladaban a Educación su decisión de renunciar al considerar que la Administración había puesto en tela de juicio su capacidad para llevar las riendas del colegio: en una reunión mantenida con las familias esta misma semana, personal de la consellería habría apuntado al equipo docente y a su incapacidad para «optimizar recursos» como responsable de la situación que se vive en Faxilde. «Lo que les comunicaron es que no estábamos optimizando los recursos. Así que dimitimos... Que vengan ellos a optimizarlos», dice el profesorado.
A la misma hora que el personal que ocupa la Jefatura de Estudios y la Secretaría explicaba las razones por las que dimiten y la caótica situación que se vive en el centro por la falta de docentes para atender a alumnado con necesidades especiales, la directora acudía a una reunión convocada por Educación. En ella, los responsables de la consellería les habrían transmitido que no iban a aceptar la renuncia de la dirección y que atenderían, al menos en parte, las reivindicaciones del centro enviando un profesor más —seguiría faltando, como mínimo, una cuidadora—. Sin embargo, desde la Xunta explicaron tras la reunión que están trabajando con la dirección «para reconducir a situación», pero no se apunta ninguna solución concreta. «Neste momento, o Equipo de Orientación Específico provincial, xunto coa dirección do centro e a Inspección Educativa, están a analizar as necesidades educativas especiais do alumnado do centro. De feito, o Equipo de Orientación Específico provincial desprazouse ata o centro para analizar determinados casos. Tamén se traballou coa orientadora e a dirección do centro para mellorar a distribución do horario de atención á diversidade», dice la Administración.
El comunicado parece dar una vuelta más a la gran madeja de papeles y trámites de la que, unas horas antes, habían hablado desde el equipo directivo de Vilaxoán. Según señalan, llevan desde principio de curso advirtiendo de que la situación en el colegio es insostenible: el año pasado el escenario era ya tan insoportable que las familias de rapazada con necesidades especiales cursó una petición para que se incorporase al colegio un docente de Pedagogía Terapéutica y otro de Audición y Lenguaje. No solo no se crearon esas nuevas plazas, sino que se redujo el número de profesionales: este año solo hay dos PT y dos AL, igual que solo hay dos cuidadoras. Y eso que hay cuatro niños más que necesitan atención especializada. Son, explica el profesorado, casos graves.
La consecuencia es evidente: el profesorado está sobrecargado, haciendo frente cada día a una situación que se les escapa: niños con trastornos del espectro autista y de conducta, niños que no hablan, niños con altos niveles de dependencia... «Tenemos un aula que es una clase de educación especial encubierta, porque tenemos cinco niños con necesidades y otros quince neurotípicos que también necesitan ser atendidos», explica el equipo directivo, que señala que hay casos sangrantes: un rapaz con el 80 % de discapacidad y un grado tres de dependencia, que debería tener una persona cuidadora a su lado durante todo el tiempo, carece de ella: en el centro solo hay dos que tienen que repartir su atención entre los 18 menores con derecho a sus cuidados.
Eso supone que la realidad se complique por momentos, que cada día sea un reto. «Aquí no hay ningún docente con horas libres. No podemos, porque todo el mundo tiene que hacer apoyo. Tenemos una clase que necesita estar siempre atendida por dos profesoras, porque hay un niño conductual y otro con una dependencia muy alta», insisten desde el equipo directivo.
Llevan desde principio de curso reclamando más personal, y hasta ahora todo ha sido en vano. «Vienen los equipos de orientación y nos piden papeles y papeles y papeles... Pero a los niños no los quieren ver. Nos reconocen que necesitamos más medios, pero no se resuelve nada. Vino el inspector y nos dijo que teníamos que optimizar recursos. Cambiamos todos los horarios, pero todo sigue igual». O peor, ya que los recursos no cumplen ni con los mínimos que establece la ley. Por ejemplo: las cuidadoras no deben atender a más de seis estudiantes y están atendiendo a nueve. Y el centro cumple con todos los requisitos para contar con un profesor de apoyo correspondiente al programa Proa, pero no se les ha enviado.
Disponer de una cuidadora más y de un PT «no sería tampoco la solución, porque hace falta mucho más, pero sería un aliviadero» a ese estado de tensión que se masca en el colegio y que de vez en cuando se traduce en lágrimas de desesperación del equipo docente. Los niños no están recibiendo la atención que deberían recibir, explican.
Fue la frustración la que provocó que la pasada semana se celebrase una reunión del consello escolar que se abrió a las familias. A ella fue invitado el concejal Álvaro Carou (PSOE) «porque es el concejal que forma parte del consello; podría haber sido cualquier otro». El edil no dudó en ofrecerse a llevar el asunto al pleno de la corporación, donde se abordó la problemática del centro el pasado lunes. La moción socialista fue, entonces, aprobada por unanimidad.
La Xunta pide información sobre las necesidades de Pontecesures
Dicen una y otra vez los docentes del colegio de Vilaxoán, y también las familias, que «a inclusión non é meter a nenos e nenas con necesidades especiais nos coles como quen mete coches nun garaxe». Pero esa es la sensación que este año tienen en diversos centros de la orilla sur de la ría de Arousa —y probablemente en otros repartidos por toda Galicia—. La comunidad educativa del colegio de Pontecesures también ha salido a la palestra para denunciar que no tienen medios suficientes para prestar la atención debida a la rapazada con necesidades especiales que acude a sus aulas y que supone el 31 % de la matrícula. Consultada al respecto de lo que ocurre en el centro y sobre sus propuestas para mejorar la situación, la Dirección Territorial de la Consellería de Educación en Pontevedra explicó ayer que «está a analizar as necesidades educativas especiais do alumnado do CPI Pontecesures». Para ello, señalan desde la Administración autonómica, «solicitouse ao centro que remita todos os informes de valoración, así como os horarios de atención que teñen establecidos» para este grupo de rapaces y rapazas.
Desde la Xunta recuerdan, además, que «neste momento o centro conta cos dous especialistas a tempo completo: un en Pedagoxía Terapéutica e outro en Audición e Linguaxe. Unha vez a Inspección Educativa analice a información solicitada valorarase se procede facer algún reforzo máis». En Pontecesures tienen claro que dicho refuerzo es más que necesario. De hecho, la comunidad educativa ha decidido comenzar a moverse para lograr el profesorado preciso para garantizar que la rapazada tiene la atención y los cuidados que merece en el colegio, que debe ser un elemento equilibrador en la sociedad.
Entre otras medidas, han anunciado que realizarán una recogida de firmas con las que quieren avalar su demanda de más profesores para el colegio. Además, el asunto ha sido comunicado al Concello, que se ha alineado con sus demandas y que abordará en pleno una moción sobre este asunto. Es probable, además, que el tema llegue al Parlamento, igual que ha llegado ya la situación de Vilaxoán: el PSOE ha presentado una moción en la que denuncia la «discriminación» que sufre este centro por parte de la consellería que encabeza Román Rodríguez.