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Muere un kitesurfista al caer contra el agua desde ocho metros de altura en A Illa

Bea Costa
Bea Costa A ILLA / LA VOZ

VILANOVA DE AROUSA

Óscar Vífer

El deportista, de 41 años, fue rescatado por sus compañeros, que trataron de reanimarlo sin éxito

25 sep 2018 . Actualizado a las 00:14 h.

Tenía 41 años y llevaba ocho practicando kitesurf. Sus compañeros afirman que era un deportista experimentado, pero esta vez no pudo dominar el viento con su cometa y la caída sobre el mar resultó fatal. Carlos Castaño Ferreirós perdió la vida ayer al mediodía en A Illa de Arousa mientras volaba sobre la zona de O Bao. Se había casado recientemente y esperaba su primer hijo. Castaño era concejal en Catoira y trabajaba como ATS en el Hospital de Barbanza.

A la espera de lo que determine la investigación, según el relato que ofrecen sus compañeros, todo apunta a que el hombre se precipitó con gran violencia al agua al no poder dominar el fuerte viento que a esa hora soplaba en la ría. Desde el club Kiteboarding Galicia, al que estaba vinculado Carlos Castaño, informan de que la caída se produjo desde unos ocho metros, y desde esa altura, y sin el debido control, el impacto sobre la lámina de agua es equiparable a una caída sobre asfalto.

Castaño había optado por usar botas con sujeción a la tabla, lo cual, según explican los expertos, pudo provocar que el efecto del impacto fuera mayor. Desde el club descartan que el trágico accidente sea consecuencia de un problema con el equipo (tabla, barra, arnés o cometa) y lo achacan a la mala suerte.

En cuanto Carlos Castaño se cayó, otro kitesurfista salió en su auxilio, y lo encontró inconsciente y boca abajo. Una vez en la orilla, él y otro de sus compañeros lo atendieron practicándole maniobras de reanimación cardiopulmonar, a la espera de que llegaran los servicios de emergencias. Tras varios minutos de angustia, los médicos se hicieron cargo de la situación. Los facultativos estuvieron durante casi una hora tratando de reanimarlo, pero los esfuerzos fueron en vano. Pasado el mediodía, certificaron su muerte en el propio arenal.

Testigos presenciales sopesan la hipótesis de que el deportista hubiera sufrido un derrame interno al chocar contra el agua, aunque habrá que esperar al resultado de la autopsia. Además de los servicios médicos y el helicóptero del 061, al lugar se desplazaron policías locales de A Illa y los bomberos de O Salnés, que venían de atender otro trágico suceso a solo dos kilómetros de allí.

Las labores de auxilio a Carlos Castaño se complicaron por los problemas de acceso que presenta esta zona de O Bao, adonde no pudieron llegar las ambulancias porque excedían la altura del paso habilitado bajo el puente. Eso obligó a los médicos a ir a pie cargando, con la ayuda de los bomberos, el material médico hasta donde estaba el cuerpo.

El accidente causó gran conmoción entre la comunidad kitesurfista arousana, así como en A Illa y en Catoira, concello este último de donde era vecino Carlos Castaño.

Una sensación que engancha al volar y navegar al mismo tiempo

No hace tanto, los conductores que cruzaban el puente de A Illa todavía torcían la vista para comprobar qué eran aquellas cometas de colores que asomaban por el cielo de O Bao. Hoy la práctica del kitesurf está más que consolidada en esta playa azotada por vientos del norte. Allí tiene un punto de referencia el club Kiteboarding Galicia, que creó escuela en la ría de Arousa y celebró, hace dos años, la primera prueba oficial avalada por la Federación Galega de Vela en Vilagarcía. Galicia no es Tarifa, pero con entre 15 y 18 días de viento al mes se convierte en escenario óptimo para los aficionados.

El perfil del kitesurfista es el de un varón de entre 25 y 40 años que no se conforma con hacer ejercicio. Quienes lo practican destacan el subidón de adrenalina y la sensación de libertad que proporciona deslizarse sobre las olas.