Durán pide una solución política ante el veto de Costas a sustituir el colector de fecales entre Vilanova y Cambados

Bea Costa
Bea Costa VILANOVA

VILANOVA DE AROUSA

Martina Miser

«La tubería no puede ir por otro sitio», dice el alcalde vilanovés. Los depuradores de Agade suman su voz a las críticas por la decisión de Madrid

28 sep 2022 . Actualizado a las 12:35 h.

«O se busca una solución política o la judicial llega tarde». Se refiere con estas palabras el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, a la situación que afecta al proyecto para la instalación de un nuevo colector para la canalización de las aguas residuales desde Vilanova a la depuradora (EDAR) situada en Tragove (Cambados). La obra cuenta con el visto bueno de Augas de Galicia y de Costas de Pontevedra, pero no así con el de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, que acaba de echar por tierra un proyecto que paga y ejecuta la Xunta y reclaman desde hace años los concellos afectados y el sector mar-industria.

La instalación actual está en tan mal estado que los vertidos a la ría por desbordamientos son frecuentes en la zona de San Miguel y cuando coincide la pleamar se producen filtraciones de agua salada al colector general, lo cual perjudica el funcionamiento de la estación depuradora situada en Tragove.

El actual colector, colocado hace 25 años, se ha quedado obsoleto, de manera que ya no puede cumplir su función con suficientes garantías. Urge sustituirlo y con ese propósito la Xunta ha habilitado una partida económica de más de un millón de euros que va a permitir instalar un nuevo colector entre San Miguel y Tragove, un tanque de tormentas a la altura de la playa de As Patiñas con su correspondiente bombeo y la remodelación de los bombeos existentes.

Por su parte, el Concello de Vilanova se puso manos a la obra para expropiar los terrenos necesarios en los que abrir la zanja para la nueva tubería —sobre los cuales se pretende construir un sendero para peatones y ciclistas— y ponerlos así a disposición de la Xunta, y cuando todo parecía reconducido para poder iniciar las obras este año llegó el jarro de agua fría desde Madrid.

En el Ministerio de Transición Ecológica no autorizan el nuevo colector, lo cual echa por tierra todo el camino andado hasta la fecha. El alcalde de Vilanova avanza que está dispuesto a recurrir esta decisión en los juzgados, pero reconoce que esta no es la vía más conveniente teniendo en cuenta que ello implica paralizar el proyecto durante años y, en consecuencia, se pone en peligro la financiación y se retrasa la solución a un problema medioambiental. De modo que Durán apela por una solución política que encomienda a los diputados gallegos en el Congreso de los Diputados «de todos los partidos», dice el regidor, para que hagan un frente común con el fin de que la dirección general cambie su criterio y permita ejecutar una obra tan necesaria para preservar la calidad de las aguas de la ría de Arousa. El regidor vilanovés anuncia que, de inmediato, pondrá el asunto en conocimiento de la diputada del PP, Pilar Rojo, y que paralelamente, presentará un recurso de alzada contra la resolución de Costas y seguirá trabajando en la consecución de los terrenos necesarios para construir la senda litoral bajo la que se pretende instalar la nueva canalización.

Una tubería que, recalca Durán, ya no va a ocupar espacio de dominio público porque se retira unos metros hacia el interior en aras de dar cumplimiento a los requisitos establecidos por los técnicos de Costas. Pero no es suficiente. Costas del Estado quiere más. «Piden que se lleve el colector por detrás de las depuradoras y eso es imposible, la tubería no puede ir por otro sitio», afirmaba Gonzalo Durán en una rueda de prensa celebrada este mediodía en Vilanova con representantes de la Asociación Galega de Empresarios Depuradores y Comercializadores de Moluscos (Agade) porque, precisamente es en primera línea—dentro de los cien metros de afección de Costas— donde se ubican las empresas del sector mar-industria que se suministran del agua de la ría para su actividad.

Los depuradores insisten en que Madrid da la espalda a la realidad de Galicia

La negativa de Costas del Estado a autorizar la instalación de un nuevo colector de recogida de aguas residuales en la franja litoral entre Cambados y Vilanova no solo ha levantado ampollas en la Xunta y en el Concello de Vilanova. Las empresas del sector mar-industria también se suman a este malestar porque se juegan mucho con ello. «Nuestras empresas necesitan una buena calidad del agua. Llevamos años demandando una mejora en la red de fecales porque el colector actual está roto, y esto está afectando a la EDAR», se lamenta Roberto Fariña, presidente de Agade hasta que el 1 de julio tome el relevo al frente de la asociación Lucas Daporta.

Ambos acompañaron a Durán Hermida en una rueda de prensa que sirvió para poner en evidencia el hartazgo de Agade con Costas del Estado por las políticas que viene aplicando en relación al régimen de concesiones, el canon por ocupación de dominio público a las empresas del sector y, ahora, por los reparos a la instalación de un nuevo colector para la recogida de aguas residuales en la ría de Arousa. «Llevamos cinco años en una guerra continua» y lidiando con la «desidia» de una administración, la central, que, a juicio de Fariña, no acaba de entender la realidad del sector. «Costas quiere libre de actividad humana la línea de la costa y no se puede aplicar tabla rasa sobre la realidad de Galicia y la del Mediterráneo. Aquí la gente vive del mar. Desde A Illa a Tragove hay mil personas que trabajan en el sector mar-industria». En este sentido, Agade se queja de «falta de colaboración» de Madrid, de la inseguridad jurídica a la que abocan a las empresas a la hora de abordar inversiones de futuro y se pregunta por qué se impide ahora colocar el colector por el mismo tramo donde sí se permitió instalar en 1995 en base a una ley de 1988 que no fue modificada.