Ronny Rossi, director y uno de los propietarios Ronny Rossi es director y uno de los propietarios del Gran Circo Italiano. Bajo la carpa de este enorme montaje han vivido desde hace cuatro generaciones decenas de personas acostumbradas a la vida errante. Él espera que sus dos hijos, de siete y once años, se conviertan en la quinta y cree que, tras unos años en los que el circo pasó malos momentos, el espectáculo vuelve a recuperarse de nuevo.
23 ago 2000 . Actualizado a las 07:00 h.Mientras algunos de los trabajadores del circo supervisaban las instalaciones para tener todo a punto y otros se encargaban del cuidado y manutención de los animales, Ronny Rossy, director y uno de los once propietarios de este espectáculo, pensaba ya en lo que les espera en cuanto tengan que recoger la carpa. _Este ritmo de vida no permite quedarse mucho tiempo en el mismo lugar, ¿qué destino les espera? _Acabamos de llegar de Vigo y A Coruña y el viernes estaremos de nuevo en el camino. Volveremos a pasarnos por Vigo e iremos también a Vilagarcía. Luego vamos a Valencia para embarcar hacia Argentina; toca cruzar el charco. _Es director del circo, propietario y además actúa como trapecista y acróbata, ¿aquí todos hacen de todo? _Desde luego, debemos repartirnos muy bien el trabajo; somos muchos pero hacemos falta todos. Cada uno se encarga de una tarea; yo tengo un hermano que es veterinario, luego hay cuidadores, un responsable de publicidad... Pero, por ejemplo, cuando toca montar, trabajamos todos y por supuesto actuamos. Si las tareas están bien organizadas y repartidas, todo es más fácil. _¿De dónde llegaron las ochenta personas que forman parte del circo? _Hay gente de todas partes trabajando conmigo y con mis hermanos: africanos, ingleses, argentinos, americanos, españoles, incluso dos gallegos. _Con tanta oferta de ocio que tienen hoy los niños ¿cree que ir al circo les hace la misma ilusión que antes? _Sí, hoy el negocio está empezando a recuperarse como un espectáculo al que van todos: niños, padres, adolescentes... La crisis está pasando. _¿A qué crisis se refiere? _Hablo de la mala racha que atravesamos hasta hace cuatro o cinco años, cuando sólo venían los niños con los abuelos, traídos a rastras por cierto. _¿Cuál piensa que pudo ser el motivo de ésto? _Está muy claro, el problema vino de dentro. Muchos se anunciaban como «gran circo» y luego aparecían con dos marionetas; pensaban que sólo con sonido, luces y humo se podía hacer un gran espectáculo y lógicamente la decepción con la que salía de allí el público la pagamos luego todos. Por suerte, esto empieza a cambiar.