
En la galería se pueden contemplar y adquirir obras que han sido creadas por el artista a partir de los años 70
09 dic 2002 . Actualizado a las 06:00 h.La popularización del arte. Esa es, quizás, la máxima por la que se ha guiado, en los últimos años, el artista noiés Nacho Costa Beiro, que gusta de acercar sus obras al gran público, de abrirlas a la sociedad en general, en lugar de reducirlas a espacios pensados exclusivamente para exposiciones. Con esa concepción de su oficio, el pintor acaba de abrir las puertas de un mercado de arte en su villa natal. La galería puede visitarse en el bajo del inmueble ubicado a la altura del número 9 de la céntrica rúa Escultor Ferreiro. En la sala, de reducidas dimensiones, Nacho Costa ha reunido creaciones recientes con otras no tan actuales. De hecho, algunas piezas datan de la década de los setenta. Se trata, en definitiva, de una especie de antología pictórica que rezuma técnicas y tendencias de lo más dispar. Variedad Este mercadillo del arte está pensado para satisfacer todo tipo de gustos. En la sala se pueden contemplar acuarelas, óleos, acrílicos, dibujos, grabados y serigrafías, entre otros formatos. Impera, también, la diversidad de tamaños y de técnicas, desde la abstracción hasta el impresionismo. Los precios están inmersos en ese mismo movimiento oscilatorio, situándose el más bajo en la franja de los 30 euros. Por lo que respecta a la temática, cabe destacar que los amantes de los paisajes y rincones más emblemáticos de Noia pueden deleitarse con la recreación hecha a través del pincel de Costa Beiro. Arte en la calle El impulsor de esta iniciativa quiso no sólo llevarla a la práctica sino también bautizarla con un nombre. Arte na rúa es la denominación elegida para una muestra que, en un principio, permanecerá abierta al público hasta la celebración de Reyes. Para Nacho Costa, esta experiencia constituye un paso más en un proyecto que alberga desde hace tiempo su imaginación y que, en más de una ocasión, ya se ha convertido en real. «Pretendo ir abriendo nuevos espacios al arte; primero, aposté por mostrar mi obra en cafeterías y restaurantes, lugares en los que no era nada habitual hacerlo y ahora abro este mercado, en parte, para demostrar a los demás artistas de la zona que se puede optar por otros emplazamientos alejados de lo convencional», esgrime el autor noiés. No es la primera vez que el protagonista de esta historia se embarca en aventuras de este cariz. Hace años, ideó experiencias similares que se llevaron a cabo con éxito en el claustro del concello de Noia, en el término de Pobra do Caramiñal y en un local ubicado en la noiesa rúa do Curro.