«Hasta hay quien enlató el pulpo para llevárselo a Estados Unidos»

Abdón Dorca RIBEIRA

BARBANZA

SIMÓN BALVÍS

La pasión por el octópodo que se cocina en el establecimiento aguiñense rompemoldes y fronteras; pero su artífice asegura que en la receta no hay ningún secreto

22 mar 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

?l bar Furón es al pulpo lo que París al champán, Ipanema a las garotas y Suiza al chocolate. La fama del cefalópodo que allí se cocina ha trascendido las fronteras patrias para ser conocido y valorado en los lugares más inverosímiles. Quien guarda el secreto de su receta es Lourdes Cambeiro Martínez, propietaria del establecimiento aguiñense desde hace más de 30 años. Como para dar testimonio del éxito del local y su tentacular inquilino, la conversación comienza con una pequeña anécdota: -Un camionero de aquí nos contó que, estando en Marruecos, le preguntaron que de dónde era. Él contestó que de Aguiño. «Ah, pues no sabemos dónde está». «Donde el bar Furón». «¡Ah, sí, sí, el del pulpo!». -Siendo de Mazaricos, ¿cómo es que acabó aquí? -Por un tío mío, que se enteró de que el antiguo dueño del local quería traspasarlo. De aquélla (en 1972), mi marido y yo trabajábamos en Alemania en una congeladora de carne. Y decidimos venir aquí y comprar el bar. Era una casita muy vieja, con suelo de cemento. -¿De dónde salió el nombre del establecimiento? -A su antiguo propietario le apodaban o furón (el hurón), yo creo que porque era muy espabilado. Además de este bar, que ya entonces tenía treinta años, el hombre poseía también una barbería. -Dicen que la hostelería es un sector muy sufrido. -Sí. Trabajamos muchísimo. Cuando comenzamos, sólo descansábamos una hora o dos, porque a las cuatro de la mañana ya empezaban los hombres a salir a la mar. Así todos los días de la semana. Estuvimos treinta años sin cerrar la puerta ni un día. Creo que el agradecimiento de los clientes era lo que nos hacía aguantar. Ahora descansamos los miércoles. -¿Qué tiene de especial el pulpo del Furón? -No tiene nada de ciencia. Eso sí, tiene que ser de la ría. Luego es saberle dar su punto, que no quede ni muy blando ni muy duro. -Hay quien dice que tiene un ingrediente secreto... -Sí, hablan de que si le echamos una cebolla, un cobre... pero nosotros no hacemos nada de nada.- Pero será usted conocedora de que se dice por ahí que el de aquí es diferente... -Sí. Hasta hay quien enlató el pulpo para llevárselo a Estados Unidos. Nosotros le explicábamos que no iba a aguantar, pero el hombre decía: «¡Tengo que llevarlo como sea!». -¿Han pasado muchos rostros conocidos por el bar? -Alguno que otro: actores de Mareas Vivas , como Couto (Tuto Vázquez) o Pico, el periodista Pedro Piqueras, Loyola de Palacio... Otro que solía venir mucho por aquí era el boxeador Urtain. -Por último, les afectó mucho el «Prestige». -Menos de lo que al principio creíamos. Eso sí, aunque el pulpo siga siendo de la ría, por ahora tenemos que comprarlo congelado. Al principio probamos con traerlo de otros sitios, pero no valían para nada.