
Crónica | Rock autóctono en Taragoña El conjunto dejó a todos boquiabiertos con el estriptís sorpresa de una bailarina
19 jul 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Eran las 23.00 horas cuando Heredeiros da Crus afinaba instrumentos y realizaba los últimos ensayos de sonido en un palco de Campo Maneiro en Taragoña. Todo estaba a punto, menos el tiempo. La lluvia y la niebla amenazaban una actuación concertada desde hacía meses. Pero el público no falló. Poco a poco, abrigándose en los chiringuitos de la comisión o bajo los paraguas, la gente desafiaba a las nubes y se juntaba en el campo ferial para ver la actuación del grupo barbanzano. Numeroso público llenó el recinto. «Cando tocan os Heredeiros, o espectáculo está asegurado», le comentaba un chaval a otro. Y no andaba desencaminado. A la 1.40 de la madrugada, Íscalle lura abría el espectáculo. Temas recientes y viejas glorias, uno detrás de otro, iban animando la velada. «Sabor, qué justo da el sabor...». Los seguidores coreaban, saltaban, aplaudían. Conocían las canciones, disfrutaban de la actuación. Ya estaban allí los divos de Barbanza. Lo nunca visto A mitad de concierto, una coreografía de la versión del conocido tema de Joe Cocker You can leave your hat on , que al estilo Heredeiros se convirtió en Enséñame o bujero, sacudió a más de uno. El estriptís de una bailarina caldeó el ambiente. Algunos de los miembros del grupo se animaron y se quitaron las camisetas. Silbidos y aplausos del público. Era lo nunca visto de las fiestas de Taragoña. En el transcurso de la actuación, los guiños con los espectadores fueron constantes, un diálogo permanente. Una frase bastaba para que los seguidores supieran cuál iba a ser el siguiente tema. El micro estaba a su disposición y ellos cantaban. Compraré un chalé Tras hora y cuarto de actuación, hicieron el primer amago de irse, pero regresaron. Los temas míticos los reservaron para el final. «Eu quero un fillo, con pelos no peito...». Tras otro cuarto de hora, un nuevo amago de marcharse, mas les quedaba una cuenta pendiente y la saldaron. A capella, componentes del grupo y público entonaron el tema que hace años les llevó a la cima. Y con el «Compraré un chalé, compraré un chaléee y un coche también», finalizaron una noche de rock a la gallega.