«El mantenimiento de un barco de seis metros de eslora tiene un coste anual similar al de un vehículo»

BARBANZA
Ribeira | «Deseamos profundizar en los ámbitos en los que nos hemos implantado». Son palabras de Andrés Pérez, copropietario junto a sus hermanos de la firma ribeirense A Poutada, una compañía que está introducida en diversas actividades productivas, en las que la náutica de recreo y la venta de productos de tiempo libre no hacen, sino, complementar y ampliar la amplia oferta destinada a las actividades marinas y deportivas.
-¿Por qué se introdujeron en el sector de las embarcaciones de recreo?
-De los viajes que hemos ido realizando por el mundo siempre aprendemos algo. Las ferias nacionales e internacionales nos dieron la clave. En todas las exposiciones se veía, edición tras edición, un crecimiento importante en el número de empresas que se dedicaban a promocionar sus productos, así como un mayor volumen de clientes que decidían adquirir una embarcación.
-¿Sabe lo de la leyenda urbana que dice «dos son los días más felices en la vida de un crucero: cuando lo compras y cuando lo vendes»?
-Eso es un mito. Sí que es cierto que hace años la capacidad de compra de un barco era limitada. La gente adquiría una embarcación sin tener muy en cuenta en los gastos en los que se metía. Por eso, muchos acababan poniendo el cartel de se vende en la quilla. Pero hoy puedes hacerte con una zódiac con un pequeño motor por algo más de mil euros. Y si se desea comprar un barco, los precios oscilan entre los 12.000 y los 100.000 euros por un navío de nueve metros de eslora. Como puedes ver son importes similares a los de un coche.
-¿Y el mantenimiento?
-No te creas que es tan caro tener un barco en perfectas condiciones. Si te compras un utilitario decente, el precio no baja de 12.000 euros, a los que hay que incluir el seguro, la plaza de garaje, la gasolina y la revisión anual. Pues con una lancha sucede lo mismo. Además, si se comparan los precios, el mantenimiento de un barco de seis metros de eslora tiene un coste anual similar al de un vehículo. La única diferencia entre ambos es que un coche es una herramienta de trabajo y el yate sirve para el esparcimiento.
-Sí, pero esta clase de ocio tiene una minuta elevada en un contexto donde el euríbor navega actualmente a velocidad de crucero.
-Es cierto. Pero también es significativo que cada vez la gente se interesa más por este tipo de productos, ya que son muchos los clientes que desean conocer y visitar sitios que de otra manera no les sería posible. Además, el mar es un elemento que engancha, y mucho. Sólo necesitas tener buena climatología y algo de tiempo libre.
-¿Qué ofrece el mar de Barbanza?
-La parte de la ría es un lugar maravilloso para navegar. Las aguas son tranquilas y cristalinas. Además, permite ver y disfrutar de parajes únicos en Galicia. Y pese a que el tiempo no fue todo lo benévolo que debiera ser en junio y julio, la verdad es que la zona cuenta con unas condiciones excelente para la práctica de deportes náuticos.
-¿Cómo ve el futuro de este sector?
-Claramente al alza. Es un ámbito que está generando muchos puestos de trabajo y riqueza en Galicia, sobre todo, en el sur costero. Francia, Reino Unido y Estados Unidos son las grandes potencias de este negocio. Los sectores empresariales que están relacionados directamente con el mar están apostando por la fabricación de esta modalidad de embarcaciones. Lo que sí hay que recalcar es que la náutica es un ámbito que tiene un fuerte componente tecnológico, donde las inversiones en I+D+i van a ser constantes en el futuro para obtener productos competitivos, con mejores acabados y más atractivos para el público.