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Los chiringuitos de la playa de Cabío serán retirados del paseo marítimo

BARBANZA

El bar Azul y el Lombiña son negocios que funcionan todo el año y cuentan con una clientela estable

20 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Cabío es una de esas playas donde uno no necesita calzarse las chanclas para tomar una cerveza, comprar un helado o degustar sabrosos mariscos de la ría. El arenal cuenta con dos establecimientos con puertas hacia la arena, situados en pleno paseo marítimo. Sin embargo, la ubicación de esos negocios parece tener los días contados. Costas quiere que los chiringuitos se retiren de la primera línea y que abran sus puertas algo más alejados del arenal, es decir, por detrás de la carretera que da acceso a esta concurrida playa pobrense.

Esta historia no es nueva en A Pobra. Desde hace años, numerosos vecinos son conscientes de que Costas presiona, de una forma u otra, a los dueños de ambos locales, el bar Azul y el Lombiña, para que se retiren del paseo marítimo. Sin embargo, los trámites se aceleraron de un tiempo a esta parte.

Paseo en firme

Después de mantener varias reuniones con los responsables de Costas del Estado en Galicia, los propietarios de los establecimientos dieron un paso en firme: se hicieron con terrenos por detrás de la carretera, es decir, junto al pinar que tanta fama da a Cabío. Concretamente, los dueños del bar Azul compraron en las cercanías de donde tienen ahora el establecimiento, pero al otro lado de la carretera. Mientras que quienes regentan el Lombiña se hicieron con terrenos a la entrada de la playa, en una zona muy próxima al citado pinar.

Al preguntarle a los afectados por el cambio de ubicación, Alfonso Simil y Fabiola Simil solamente aciertan a decir: «Con tal de que non nos anden mareando, facemos o que sexa».

Luego, ambos explican que ahora la pelota está en el tejado de Costas, que es el que tiene que ver con buenos ojos la nueva ubicación. El Concello también estaría implicado, ya que tendría que conceder los correspondientes permisos para que pudiesen levantar los nuevos chiringuitos.

Pese a lo avanzadas que están las negociaciones, ni los dueños ni fuentes próximas a Costas son capaces de dar fechas para realizar el cambio de los bares. Lo que tienen claro tanto desde el bar Azul como desde el Lombiña es que «para este verán, de ningunha maneira, a temporada xa está á porta».

Todo el año

Los bares no son unos chiringuitos playeros al uso que cierran sus puertas cuando acaba la temporada estival. Nada más lejos de la realidad. Se trata de establecimientos que funcionan todo el año y que cuentan con una clientela regular.

En el caso del bar Azul, su propietaria, Fabiola Simil, indica que ellos abren todos los fines de semana. Y, por descontado, desde Semana Santa hasta octubre toca dar el callo en el local todos los días de la semana.

Lombiña abre prácticamente los 365 días del año y, además, a excepción del verano, funciona más como restaurante de comidas para trabajadores que como un chiringuito playero.