El Concello de Muros asumirá la gestión de la piscina municipal, después de que la empresa adjudicataria, Esproade, renunciase a seguir cumpliendo el contrato al argumentar que no puede asumir las pérdidas que le ocasiona el servicio. El alcalde de Muros, Domingos Dosil, afirmó, en una sesión plenaria celebrada ayer, que se pretende reabrir al público esta dependencia en noviembre.
El pleno extraordinario, solicitado por el grupo municipal socialista para tratar el cierre de la piscina municipal, se celebró en la mañana de ayer, y tuvo un desenlace similar al de las sesiones precedentes, ya que el regidor local expulsó del salón de plenos a los ediles del puño y la rosa cuando la reunión se aproximaba a su término.
Las divergencias entre gobierno y oposición ya se pusieron de manifiesto al comienzo de la cita, al conceder el alcalde la palabra a la portavoz nacionalista, María Xosé Alfonso, oponiéndose a ello el socialista Belarmino Maneiro, quien, amparándose en el reglamento de sesiones, manifestó que correspondía al grupo socialista iniciar y cerrar los debates, ya que el pleno fuera solicitada por el PSOE. El alcalde zanjó la cuestión al decir que era él quien fijaba los turnos.
Responsabilidades
La edila del BNG detalló la situación de la piscina: «A empresa rescindiu o contrato de forma unilateral, sacou a maquinaria e utensilios, despediu aos empregados e pechou a piscina no mes de agosto. O concesionario argumenta que o servizo non lle é rendible, presentando unha reclamación de 70.000 euros para seguir. Dende a apertura da piscina houbo sempre problemas, derivados da edificación e subministración eléctrica e tamén queixas dos usuarios. Agora cabería determinar que responsabilidades son do concesionario e cales do Concello».
El portavoz del PSOE, Belarmino Maneiro, dijo: «Quero manifestar a nosa queixa polo día e hora de celebración da sesión, pois todos nós temos que traballar e vós cobrades do Concello. Quero desculpar ante os veciños a ausencia de Caridad González, que tivo que acudir a Deputación, e vós xa sabiades que había pleno no ente provincial».
El edil socialista recordó luego el periplo seguido hasta conseguir la puesta en servicio de la piscina, cuya obra supuso una inversión de tres millones de euros. Maneiro concluyó diciendo: «Despois de tanto esforzo, vós non sodes capaces de manter este servizo público».
El concejal del PP, Miguel Prado, le recordó que la tramitación de la piscina se inició cuando su partido estaba coaligado con los socialistas, que el portavoz conservador fue el único que advirtió del riesgo que suponía el contrato y que la adjudicación se produjo de forma anómala. Concluyó preguntándose que interés tiene el PSOE en que se subvencione a la adjudicataria.