Medio siglo dedicado al textil

BARBANZA

Novedades Matucha inició su actividad hace 44 años en Escarabote y en la actualidad el negocio familiar tiene seis tiendas y una veintena de empleados

07 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Corría el año 1964. Eran tiempos difíciles en los que llegar a final de mes era una aventura. Los momentos complicados que atraviesa la economía actual no son nada comparados con los de aquel entonces, donde el objetivo era sobrevivir. Aún así, una joven emprendedora de O Conchido, en el municipio de A Pobra, supo sacar rendimiento a lo que mejor sabía hacer, que era trabajar de modista.

Por suerte, Antonia Fernández Fernández, Matucha, tenía montañas de ropa que arreglar y, dadas las circunstancias, le propuso a su marido, Manuel López Lapido, la posibilidad de abrir un pequeño establecimiento para la confección y venta de textil. Dicho y hecho, en el ecuador de los sesenta abrieron la tienda en la localidad boirense de Escarabote; el nombre elegido, Matucha.

Próspero negocio

Lo que empezó siendo una apuesta arriesgada se convirtió en un próspero negocio, así que, veinte años después, el emprendedor matrimonio inauguró una segunda tienda, en este caso especializada en la confección de trajes de novia.

Sin embargo, la expansión de la actividad coincidió con la entrada de los hijos en la empresa. En la actualidad, Luis, Antonio, conocido familiarmente por Tucho, y Fátima son los encargados de llevar las riendas de los seis negocios de venta al público de confección y ceremonia en la comarca de Barbanza, así como dos exposiciones en Boiro.

Otra de las hijas, Yolanda, fue la encargada -desde 1984 hasta el 2004- de una de las secciones más emblemáticas de la firma Matucha, la de novias, cargo que tuvo que dejar por problemas de salud. En la empresa también trabajan dos nueras de Manuel y Matucha, Marisol y María del Mar.

El peso de los progenitores, ya jubilados, sigue estando presente. «Las decisiones importantes se toman de manera conjunta porque la experiencia es un grado y en el caso de nuestros padres, más», apuntó Luis.

Claves del éxito

Las claves de este éxito las rebela Luis, que se encarga de la parcela administrativa. «La familia está volcada en la atención al cliente, que cree firmemente en la máxima del trabajo y la seriedad en todas las acciones comerciales que se realizan, y que han conseguido que, desde una población de menos de dos mil habitantes, que son los que tiene Escarabote, se haya podido llegar a un grupo tan amplio y variado de clientes que confían en esta casa para hacer sus compras», señaló.

Estas palabras fueron corroboradas por Matucha. «Un negocio puede ir bien o mal por muchos motivos, pero si no hay un trato personalizado y un servicio posventa eficiente, estás condenado desde un principio. Estas dos premisas son fundamentales en este sector», apuntó.

Esta fidelización ha conseguido que el grupo familiar esté en continua evolución, y prueba de ello fue la apertura, el pasado día 26, de una nueva tienda en Boiro, en los bajos del edificio Proboin. En total, los seis establecimientos que regenta el grupo familiar dan empleo a una veintena de personas.