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Experimentos contra las drogas, el tabaco y el alcohol

Vanessa Lagares

BARBANZA

Alumnos del Virxe do Mar participaron en actividades sobre prevención

06 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Prevenir. Eso es lo que quiere David Saavedra, el coordinador del plan comarcal de drogodependencias para los municipios que conforman la ría de Muros y Noia. De ahí que desde hace unos días, y durante los próximos meses, se dedique a impartir conferencias y a fomentar el debate sobre cuestiones como el alcoholismo, el tabaquismo o las drogas entre los estudiantes de primero y cuarto de la ESO de los centros educativos de la zona. Eso es lo que hizo ayer en el instituto noiés Virxe do Mar, donde un grupo de alumnos de secundaria comprobaron a través de diferentes vídeos y experimentos que consumir alcohol o sustancias estupefacientes no es la única forma de divertirse durante los fines de semana.

«Vimos un vídeo en el que aparecía un grupo de chavales que salían a una discoteca y, para pasarlo bien, se emborrachaban. Luego también estaban otros que se divertían yendo a patinar y tomando zumos y refrescos», apunta una estudiante a quien estas clases le parecen muy interesantes, sobre todo si hace algún tipo de prueba o experimento.

Además de concienciar a los jóvenes de que beber puede tener consecuencias muy negativas sobre la salud de uno mismo, e incluso sobre la de los demás, como en el caso de los accidentes de tráfico, David Saavedra quiere concienciar a los jóvenes de que ser fumador pasivo es más perjudicial para el organismo de lo que se cree. Y con el fin de demostrar esta afirmación, Saavedra les hizo mediciones para conocer la cantidad de monóxido de carbono que tienen en los pulmones.

Gravedad

Según apunta, los datos de estas pruebas no son nada tranquilizadores. «Después de hacer varias mediciones para conocer el nivel de monóxido de carbono que los jóvenes tienen en los pulmones, me llaman bastante la atención algunos resultados, puesto que hay muchachos de 12 años que a pesar de no fumar tienen los niveles bastante altos. Pero sobre todo me pareció preocupante el caso de una estudiante de cuarto de ESO a la que el coosímetro -que es como se llama el aparato que sirve para hacer las mediciones- le dio un nivel de fumador duro», aseguró Saavedra antes de aclarar que esto indica que a día de hoy ya tiene riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el tabaquismo.

Y eso es precisamente lo que a la larga quiere evitar con estas charlas. Por ello, hace unos días decidió realizar un experimento con los estudiantes de este mismo grupo en el que a ellos les quedó muy clara una cosa: que el tabaco mancha los pulmones como el pitillo manchó el algodón.

«Hicimos un experimento que consistía en usar una botella de plástico y echarle agua dentro. Luego poníamos una tetina en la boca de la botella con algodón y ahí le colocábamos el pitillo. Cuando se la sacabas veías como se escapaba el humo y el algodón quedaba todo amarillo. Y eso es lo que les sucede a los pulmones», aclara una de las alumnas que asiste a estas clases.

En cuanto a la respuesta de si este tipo de iniciativas sirven para algo, Saavedra dice que quiere creer que sí, «pero este es un largo camino en el que hay que luchar desde diferentes ámbitos».