Profesora de bordado los sábados en el Liceo Pueblense desde el pasado mes de abril, Pruden Romero Domínguez también imparte clases los viernes en la asociación de Amas de Casa y los jueves, en el centro social.
-¿Qué aprenden sus alumnas?
-Aprenden diferentes tipos de vainicas y de bordados, punto de cruz y un poco de todo. Hay alumnas que hacen mantelería y otras cortinas, pero todas llevan algo de bordado, que se completa con el encaje de bolillos. -¿De dónde obtienen los modelos que utilizan? -Sacamos alguna idea de álbumes, pero también muchas de mi cabeza. -¿Cómo empezó con estas clases? -Me propuso venir la dirección del Liceo, porque yo ya tengo un taller de costura en el que trabajo desde hace años. -¿Cuál es el horario? -Estamos tres horas, de cinco a ocho de la tarde, y a mitad del curso descansamos para tomar un café, que apetece en ese momento. -¿Este es un trabajo eminentemente femenino? -No, también hay hombres que aprenden a bordar y coser. -¿La máquina les ayuda hoy en día a realizar esta labor? -La máquina es tradicional, no automática o industrial. El bordado que nosotras hacemos es un trabajo totalmente artesanal, aunque hoy ya hay muchas máquinas que bordan con un ordenador.