La belleza paisajística de la ruta del castrelo de Vitres se pone en valor en el municipio boirense

María López García
María López RIBEIRA/LA VOZ.

BARBANZA

21 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El próximo sábado, todo aquel que quiera descubrir la belleza paisajística de la ruta al castrelo de Vitres tendrá la oportunidad de hacerlo.

A las 17.30 horas saldrán de la plaza del ayuntamiento de Boiro un grupo de excursionistas con el objetivo de descubrir la riqueza patrimonial, arqueológica y etnográfica de una ruta recientemente recuperada. El acto fue presentado ayer en el concello de Boiro, en un acto en el que se dio a conocer que quienes hagan el recorrido tendrán ocasión de asistir a una degustación gratuita de pinchos en el pabellón de Barraña.

El único requisito necesario para participar en esta actividad es apuntarse previamente en la oficina de turismo.

Esta iniciativa surge a raíz de la rehabilitación de construcciones de antiguas vías de comunicación del municipio, como los Pasales de Brazos, el cruceiro de Galegos o algunos molinos.

Recuperación de enclaves

La recuperación de estos enclaves, iniciativa diseñada por la concejalía de Urbanismo en colaboración con la de Turismo, fue realizada por la empresa Tarrío Suárez. El coste total de las obras ascendió a 125.000 euros, de los que gran parte fueron aportados por la Diputación de A Coruña y el resto, por el Ayuntamiento.

En la jornada de ayer, miembros del ejecutivo boirense, entre los que se encontraban el concejal de Urbanismo, Xoán León; el regidor, Xosé Deira, y el teniente de alcalde, Juan Jesús Ares, compadecieron para dar a conocer una de las rehabilitaciones hechas en la zona, así como para animar a vecinos y turistas a realizar una ruta, de dificultad media, que termina a 469 metros de altitud. Desde este punto, los asistentes podrán observar maravillosas vistas de la comarca y la ría.

Algunos de los puntos por los que se pasará son el río Coroño, Xaramea y Pasales de Brazos, la Catarata de Mosquete, la arboleda de Porto do Barco y, como punto más alto, el mítico castrelo de Vitres.