Rianxo celebra su fiesta principal, A Guadalupe, de interés turístico de Galicia. La virgen Moreniña llegó a la villa hace 238 años, en junio de 1773. Si el origen de la fiesta, según los etnólogos, se pierde en la noche, su esencia, declaran los antropólogos, está ligada a la vida humana. El hecho religioso, cívico u otro conmemorado, es fundente o que imprime carácter. La conmemoración recupera el tiempo, no el fugaz, sino el que engendra y permanece; certifica y vuelve a verificar la originalidad y diferencia de una villa que subraya su propia imagen y, finalmente, exalta a todos llevándolos a la cima de la alegría y el regocijo.
Fue doloroso para la historia rianxeira la desaparición de la fortaleza de Sotomayor, conocida popularmente por Castelo da Lúa, en la playa de A Torre, donde se encuentran sus ruinas depositadas. Algunos expertos creen que vivió en ella Paio Gómez Chariño, señor de Rianxo, enterrado en San Francisco de Pontevedra.
Rianxo es una de las villas más jalonadas en Galicia que por una historia gloriosa. A poco que se repasen los anales, se observa que tiene un pasado brillante, influenciado por su situación estratégica en el mar de Arousa.
La historia de Barbanza está formada por la trilogía de las milenarias villas de Rianxo, A Pobra y Noia, que lucharon contra las huestes celtas y vikingas, y, más tarde, contra Almanzor y los corsarios turcos. Rianxo estuvo muy ligado a la defensa de las Torres de Oeste, en Catoira. Desde el monte Palleiro, sus habitantes daban señales de peligro con fachos de paja cuando atacaban los vikingos, de ahí el nombre del promontorio
Cuando estén abiertas las casas de los escritores locales Castelao, Dieste y Manuel Antonio, Rianxo tiene que ser declarada villa de la cultura y ría de ensueño.
Rianxo es también musicalmente famoso. Tiene su aire poblado de sonoridades y ritmos.
Hoy es el momento de mostrarse agradecidos y las fiestas de Guadalupe son días de recuerdos pasados, de mi feliz juventud.