Manuel Costa tienen hortalizas de 170 centímetros y 9 kilos de peso
18 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Un vecino de Muros, Manuel Costa Blanco, ha conseguido cosechar en su huerta de O Pedreiro pepinos que llegan a los 1,70 metros de largo y 9 kilos de peso. Ya hace años que logra verduras de tamaños exagerados, pero esta vez las hortalizas que cultiva alcanzaron una talla que bien podría incluirse en el libro Guinness de los récords.
Manuel Costa, sorprendido por el tamaño de sus pepinos, no encuentra una explicación al fenómeno. «As sementes proceden doutro país, pero cada ano os froitos que consigo aumentan de tamaño. Non fago un coidado especial, nin emprego abonos ou fertilizantes raros. O que creo é que a adaptación das plantas a estas terras é cada ano mellor, e por iso o tamaño dos pepinos segue en aumento, aínda que penso que xa non poderán medrar máis».
En esta ocasión, Manuel Costa ha cultivado más de una docena de ejemplares de pepino, todos ellos de tallas exageradas. En algunos casos, los frutos no son alargados porque crecen sobre la tierra y adquieren formas curvada, pero siempre alcanzan tamaños enormes. También el sabor ha cambiado para mejor: «Cada vez son menos ácidos».
El dueño de la plantación afirma que es posible que la finca «teña unhas condicións especiais para o cultivo, pois aquí danse todo tipo de vexetais de excelente calidade. Non fago mutacións xenéticas, non sei nada diso, só emprego esterco, e ás veces minerais. Tampouco me gusta o uso de insecticidas, polo que canto cultivo pódese considerar ecolóxico».
Manuel Costa vive con su esposa en una gran mansión rural en O Pedreiro. La propiedad la adquirió en una venta, ya que él, nacido en el municipio de Outes, emigró a Suiza y, al jubilarse, regresó a Muros, de donde es su esposa.
El propietario de O Pedreiro dice que el cuidado de su finca y el cultivo de legumbres, frutales y otros productos hortícolas es su afición preferida, y junto a ello, se afana en mejorar la estética y funcionalidad de su casa. Solo le inquieta reunir a su familia: «Fago aquí canto me gusta. Polo que me din, este sería un bo lugar para unha casa rural, pero os fillos están integrados en Suíza. O noso desexo sería que viñeran para aquí».