Profesionales marítimo-pesqueros agasajarán al padre Joseba Beobide
24 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Joseba Beobide Arburúa, más conocido como Padre Joseba, fue una institución en el mundo del mar. Hoy se encuentra retirado en una residencia de sacerdotes en Bilbao, pero ha logrado lo que nadie: dejar una huella perenne en el inmenso medio marino; concretamente, en la memoria de los profesionales que forjaron en hierro la crudeza de una actividad que no atraviesa sus mejores días. Fruto de ello será el homenaje que el próximo 14 de diciembre dispensarán al «apóstol del mar» en Bilbao profesionales marítimo-pesqueros de toda España, pero especialmente de Galicia, como Ateinape.
El Padre Joseba nació en Zumaia (Guipúzcoa). Su familia, paradójicamente, no tenía ninguna relación con el mar, pero él conectó con este mundillo al ser destinado a la parroquia de San Juan, en Pasajes. Su implicación quedaría demostrada un año después, cuando embarca como capellán en los bacaladeros vascos de la Pisbe, que era la empresa más importante de aquella época y cuyas tripulaciones estaban integradas mayoritariamente por gallegos, de ahí la estrecha relación que Beobide mantendrá toda su vida con los marineros de la costa noroeste.
Las circunstancias laborales hicieron de Terranova, en los años sesenta, la segunda patria de los tripulantes de la flota bacaladera, al ser esta provincia atlántica canadiense la más cercano al caladero donde operaba la flota vasca. Y a Saint Johns, primero, fue destinado el Padre Joseba como capellán, en 1970; y, luego, a Saint Pierre, en 1982. A continuación asumiría la dirección del Apostolado del Mar, en 1990, y la parroquia Stella Maris de Santurce, en el 2000.
Humildad y compromiso
La vida religiosa de Joseba Beobide transcurrió siempre vinculada al mar y a sus hombres, a los que tanto impartía doctrina como ayudaba en el día a día personal. Quienes le trataron destacan «su proverbial humildad, su calidad humana y su compromiso con la gente del mar, además de su estupendo buen humor». Explican además, que se trata de «una figura cuyos méritos nos convierten a todos en deudores de su trabajo».
Del perfil del sacerdote, las mismas fuentes detallan: «Además de tocar el piano, hablar varios idiomas y ser radioaficionado, Beobide viajaba con frecuencia a su tierra para no perder el arraigo vasco y euskaldún, dato que habla de su profunda dimensión humanista y del gran respeto que tiene a la gente que le rodea, además de la sensibilidad histórica propia de las personas más cultas».
Colegas de profesión de Beobide, como los párrocos de Santa Uxía de Ribeira, Cesáreo Canabal Castro; y de Lampón (Boiro) y San Isidro (A Pobra), Marcelino Sánchez Somoza, participan en la organización del homenaje, para cuya asistencia se fletarán autobuses que saldrán de Galicia rumbo a Bilbao donde se celebrará el encuentro con el Padre Joseba.
La organización fletará autobuses para el acto del
14 de diciembre en Bilbao
El cura vasco siempre ayudó a los marineros gallegos en Terranova