En pleno subidón por el éxito del regreso de Heredeiros, quiere profundizar en el mundo del documental
01 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Ha recuperado a la Banda de Poi, con la que realizará varias actuaciones este verano, compatibilizándolas con la gira de Heredeiros. Además, prepara el documental sobre su último viaje a la selva amazónica y, como guionista, está implicado en varias obras de carácter audiovisual sobre las que prefiere no adelantar datos.
A nivel musical, sus referentes son roqueros de pura raza como Pink Floyd, Led Zeppelin y Deep purple. Asegura que su mayor fuente de inspiración a la hora de componer son cosas cotidianas que suceden a su alrededor y afirma que el rock inspira mucho.
Obtuvo la titulación de patrón de altura y se embarcó cantando a los 17 años pero, una vez a bordo, Tonhito de Poi descubrió una guitarra «e empecei a fozar nela ata que saquei acordes» y supo que la vida en el mar no estaba en su cuaderno de bitácora, «era demasiado dura». En el barco tocaba a todas horas, aprendía a fuerza de prueba y error. Resultaba tan agotador para sus compañeros que «un día sacáronme as cordas e díxenlles que non ía durmir ninguén ata que non aparecesen e claro que apareceron».
Sin embargo, su etapa náutica no fue tiempo perdido, le permitió costear la compra de parte de los equipos que utilizaron en sus comienzos Heredeiros da Crus: «Eu era o único que traballaba e ía financiando ao grupo». Contra todo pronóstico, la banda fue un bombazo y si hubo alguien que alentó a Tonhito de Poi en este camino fue su abuela, Manuela, conocida como A duquesa de Poi. El músico afirma que es la musa del grupo y, precisamente, el último trabajo de Heredeiros, Jard rock con fe, se lanzó con un sencillo titulado como su apodo, un tema en el que se relata un polémico acontecimiento protagonizado por ella en plena represión franquista.
El rumbo de su vida
Hombre polifacético, Tonhito de Poi afirma que establece el norte de su brújula en horizontes cercanos, aunque precisa: «Marco o rumbo da miña vida. Gustaríame centrarme máis nos documentais e ir cada ano á selva».
Al tiempo que vive con euforia el gran regreso de Heredeiros: «Temos un público con moito peito e iso hai que ensinarllo ao mundo. Estamos mellor que nunca», ha recompuesto la Banda de Poi, esta vez con músicos gallegos, lo que facilitará tanto el trabajo como las actuaciones. De hecho, tiene ya prevista una gira paralela a la de Heredeiros.
Pero en el gran universo de Tonhito de Poi cabe mucho más y, tras el regreso de su segundo viaje a la selva amazónica, está inmerso en la grabación del documental Despertar de la anaconda, realizado en castellano con el propósito de que tenga una difusión global. Al mismo tiempo, está implicado en varios proyectos audiovisuales que pueden ver la luz muy pronto, pero sobre los que prefiere no avanzar más detalles por el momento, y esta misma semana se reunió con el actor y presentador Roberto Vilar «para mostrarlle un guión, posiblemente para unha curta, que me foi susurrado nun soño». También el nombre de Heredeiros da Crus le surgió de un sueño y asegura que eso se debe a que procura «aproveitar sempre o tempo. O soño é tan produtivo como a vixilia».
Veinte años lleva como guionista Tonhito de Poi, que acaba de descubrir en la selva amazónica y en los chamanes otro océano de inspiración. Afirma que constituye un auténtico universo, al que quiere dar salida musical a través de A Banda de Poi: «A sinfonía da selva pola noite é incrible. Os chamáns cantan afinando coa selva e iso é sublime. Supera con creces calquera cousa que se poida gravar nun disco».
Su ilusión es que Heredeiros continúe creciendo como lo ha hecho desde su regreso.
Tonhito de poi músico y guionista