El PP mantendría una cómoda mayoría en Ribeira, aunque perdería un concejal

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Gráfico Ribeira

BNG, PSOE E IPR conservarían el número de escaños y Ciudadanos lograría uno

26 abr 2015 . Actualizado a las 09:30 h.

Clarificado el panorama en cuanto a los partidos y alcaldables que concurrirán a las elecciones en Ribeira, el primer sondeo sobre intención de voto efectuado por el Instituto Sondaxe mantiene la línea de encuestas anteriores en las que aún no estaban asegurados los cabezas de cartel. Según los datos de la encuesta, el PP que capitanea Manuel Ruiz conseguiría una cómoda mayoría absoluta, con 12 concejales, uno menos que en el 2011. Se habría dejado un 7% de apoyos en estos cuatro años.

La irrupción de Ciudadanos no alteraría demasiado la composición de la corporación, dado que las restantes fuerzas mantendrían el número de ediles: cuatro el BNG; tres el PSOE y uno, Iniciativa Progresista de Ribeira (IPR). Los de Albert Ribera, capitaneados por una persona hasta ahora desconocida en la política local conseguirían un representante, su número uno de la lista, Asier Casais.

Al indagar en los amplios apoyos de los populares, probablemente estén relacionados con dos factores: un mandato fructífero en obras y correcciones aplicadas por Ruiz en los últimos tiempos para, al menos, calmar las aguas internamente.

Históricas demandas

Frente a la austeridad imperante, Ribeira ha vivido cuatro años de auténtico bum en los que se han materializado longevas demandas ciudadanas, como la construcción de un mercado, la finalización del polideportivo de Palmeira, el centro social de Oleiros, la conversión en zona de ocio del espacio que ocupaba la antigua fábrica de Castiñeiras o las sendas peatonales de O Touro y Area Secada, a las que se unen actuaciones de menor calado que han sido muy bien acogidas.

Por encima, algunas de dichas actuaciones fueron reconocidas por instituciones externas, como sucedió con el premio Ciudad de la Ciencia y la Innovación o el galardón del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia al centro social de Oleiros.

Estos aspectos unidos a la constatación de que no hay en estos comicios ninguna irrupción política sorprendente, también han influido en el aumento de la puntuación que los ribeirenses otorgan al mandatario que ha pasado del aprobado por la mínima a lograr un seis.

Nota elevada

Ruiz obtiene la nota más elevada, seguido de la líder de IPR, Rosa García Pose, 5,34, quien también es, después del regidor, la candidata más conocida de los cinco que se presentan.

Cosa más curiosa es lo que sucede con el líder de los socialistas, José Manuel Vilas, que no logra ni un porcentaje de conocimiento del 50% pese a que, por una parte, es un histórico integrante del partido y, por otra, lleva años como presidente del Xuventude Aguiño.

En peor situación está el candidato del BNG, Xosé Vázquez Cobas, ya que tanto estos cuatro años en la corporación como su actividad previa en una entidad cultural parecen haber pasado desapercibidas. Para la mayoría es un desconocido, solo está un 7% por encima de Asier Casais quien residió hasta hace poco en el País Vasco.

Los vecinos suspenden a la oposición y le otorgan un aprobado por la mínima al equipo de gobierno

El hecho de que, según la encuesta de intención de voto, el PP vuelva a lograr la mayoría absoluta está directamente vinculado con la valoración negativa que los ribeirenses hacen del trabajo de la oposición durante estos cuatro años, a la que suspenden con un 3,67. El ejecutivo, por su parte, consigue un aprobado del 5,69. Por lo que se desprende de la encuesta, los ciudadanos no han encontrado en BNG, PSOE e IPR el empuje que consideran que deberían tener a la hora de fiscalizar la actuación del gobierno o de marcar claras diferencias.

Cabe señalar que, tradicionalmente, la corporación ribeirense siempre ha tenido una oposición tranquila que, además, no ha dudado en caminar de la mano del ejecutivo en aras del bien común, lo que puede condicionar la puntuación de quienes aguardan una mayor dureza.

Por otra parte, tanto nacionalistas como socialistas han sufrido importantes altibajos que han podido pasar factura. En el caso del BNG, los actuales ediles son los supervivientes de la desbandada protagonizada por los primeros espadas tras la debacle electoral del 2011. El actual portavoz, Xosé Vázquez Cobas, asumió la responsabilidad de capitanear al grupo de forma inesperada y sus otros tres compañeros se convirtieron en ediles de igual manera, tres de ellos sin experiencia política previa.

A marchas forzadas

A los comicios de mayo, Vázquez Cobas concurrirá como cabeza de lista, pero hace cuatro años ni tan siquiera iba en la candidatura. Al igual que a sus compañeros, no le quedó más remedio que ponerse al día a marchas forzadas e ir abriéndose camino a medida que avanzaba el mandato, con la dificultad que entraña.

El PSOE sí contaba al frente con un hombre conocedor de la política municipal, Andrés Fariña, acompañado de un tercer espada, Francisco Mareque, que, en el mandato anterior, ya había tenido que hacerse con el timón del barco socialista cuando otros lo abandonaban. Andrés Fariña llegó al rescate de ese barco que parecía naufragar y, sin embargo, la presencia pública del partido durante estos cuatro años fue desvaneciéndose y perdiendo protagonismo, hasta el punto de que a mediados de mandato ya parecía claro que el cabeza de cartel no repetiría.

Ninguno de estos vaivenes afecta a IPR. El PP, por su parte, ha sabido rentabilizar sus logros y reconducir algunas actuaciones que podían ser objeto de castigo en la valoración ciudadana.