Ni la lluvia ni el viento pudieron aguar unas esperadas compras

p. Bretal RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La afluencia de visitantes al recinto en la segunda jornada se mantuvo en niveles similares a los de la pasada edición

06 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Se temía que ayer, la jornada estrella de la Feira do Comercio de Noia, recibiese menor cantidad de clientes a causa de las inclemencias meteorológicas que apuntaban a desafiar los buenos resultados de años anteriores. A pesar de que jugaban más factores en contra, como el recorte en las dimensiones de la carpa, las ventas se produjeron a un ritmo similar al de la pasada edición.

Si el viernes esta cita comercial arrancó con gran expectación entre los vecinos de la villa noiesa, ayer los compradores remolonearon un poco a la hora de madrugar. No obstante, a partir de las doce, y a medida que la jornada avanzaba, el reguero de curiosos convertía el recinto en un ambiente digno de unos grandes almacenes.

«Creo que a localización da carpa na Alameda é positiva, trátase dun punto de paso obrigado», explicó Pablo Hermo, desde su el estand de ropa, quien también apuntó que las tardes son más potentes en cuanto a la afluencia y número de ventas. «O balance é similar ao do ano pasado, por agora», remarcó Hermo.

Lo cierto es que ver algún puestos sin una sola persona examinando los artículos se conformaba como una extraña excepción. La veintena de expositores de tiendas locales se convirtieron en un inmenso armario con las últimas novedades del mercado a precios muy atractivos, por lo que muchos se animaron a gastar.

Amplia gama de productos

Prima sobre todo la ropa de abrigo, algo que se reflejó en la tendencia de las ventas, como explicó Francisco Gil, propietario de una tienda de moda: «Están a mercar, sobre todo, parcas de inverno, pantalóns chinos e de vestir». Sin embargo, son numerosas las opciones para el textil de bebés y niños.

Prueba de esto último se visibilizó en los numerosos padres que acudieron con sus críos en los cochecitos, aparcados junto a los puestos que tenían prendas para ellos. El otro plato fuerte era el calzado, con gran variedad para la mujer, donde destacan las botas altas y los botines. Dentro de este ámbito, están generalizadas las opciones para los pies de los más pequeños.

Pero también hay desde ropa deportiva para todas las edades, por supuesto con tenis infantiles, a lencería femenina con los clásicos conjuntos de ropa interior y pijamas de todo tipo. Otra constante son la infinidad de complementos, como bolsos, mochilas, bufandas o pañuelos y sombreros, desde pamelas a gorros de lana.

La bisutería también está presente en los expositores, con el apunte de dos asociaciones, A Creba y A Misela, que dispusieron pines de graciosos muñecos. Si después de tanto ajetreo ruge el hambre, puede saciarse con los bollos, dulces y chucherías disponibles a la entrada.