La firma de Diana Quer evidencia que necesita que la valoren y ser siempre el centro de atención

Diana Quer tiene «una personalidad inmadura, intenta escapar de la convivencia familiar, necesita mucho afecto, cariño y que la valoren y, además, le gusta ser el centro de atención». Su firma así lo indica, como explica una perita judicial y grafóloga, que añade que la joven madrileña «no se acepta y tiene cierto complejo de inferioridad y una autoestima muy baja», algo que, todo parece indicar, arrastra desde que sufrió un trastorno de anorexia en la adolescencia, que necesitó varios años para empezar a dejar atrás.

El análisis de esta profesional surge al estudiar la firma que Diana Quer dejó en un escrito de presentación que redactó para una agencia de modelos a la que acudió.

La perita añade que la personalidad de Diana Quer «es bastante inmadura, y su letra se desplaza un poco a la izquierda, lo que indica que escapa del entorno y la convivencia. En la escritura destaca que casi todo es cuerpo medio, y eso evidencia que su parte sentimental necesita mucho afecto, cariño y que estén pendientes de ella y la valoren. Siente la necesidad de ser el centro de atención». Esta conclusión, añade la grafóloga, «la obtenemos de su firma, en la que aparece su nombre, pero en donde podemos observar que se tacha muchas veces, y con mucha fuerza, lo que nos indica que no se acepta y que hay cierto complejo de inferioridad y una autoestima muy baja que intenta compensar con una imagen de simpatía y de comunicación fluida con los demás. A nivel social es una niña muy simpática que tiene muchos amigos que no dejan de ser conocidos».

El análisis incluye las conclusiones que se obtienen a través de fotografías: «Atendiendo a sus facciones, con unos ojos grandes y unas cejas arqueadas, nos permite decir que tiene sentido de la estética y buen gusto. También se deduce que es una persona muy emocional y muy sensual, muy femenina, seductora, coqueta y con temor a no ser aceptada».

---

---

---