Tronos

Maxi Olariaga LA MARAÑA

BARBANZA

05 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una sugerencia. Ahorre. No pague por Juego de Tronos. Si ya lo dicen los salerosos ¡Cómo en España ni hablar! ¿Por qué seguir las desventuras de los personajes de esa famosa serie, si en vivo y en directo puede ser usted testigo de ello? Habrán visto los titulares en primera plana de los más sesudos diarios de la prensa capitalina. La gran noticia que debería ser, el discurso del rey (gran filme, por cierto), se ha convertido en el cabreo del rey. Como se lo digo. Que aquí somos la mar de rumbosos y tenemos dos reyes. No dan para hacer un trío ni un full. Mucho menos un póker pero, como dicen los tahúres, en el verde nos encontraremos. Guste o no guste la monarquía como forma de Estado, el acto del pasado día 28 de junio que conmemoró el cuadragésimo aniversario de la constitución del Parlamento, tenía que contar con la presencia de Juan Carlos I.

Lo decía la portada de La Razón, diario nada sospechoso: «Hasta estuvieron las nietas de La Pasionaria». También, como es natural, estuvieron los padres aún vivos de la Constitución. Y hasta el siniestro Martín Villa que fue ministro con Suárez pero antes fue secretario general del Movimiento, (¡casi ná!) y ahora está siendo investigado por una jueza argentina en un asuntillo de transgresión de los derechos humanos. Pues, ya ve usted, le dieron una medalla. En cambio a Juan Carlos, garante, dicen, de que la operación del salto a la democracia fuese un éxito, no se le invitó. El rey emérito filtró su queja y los periodistas la airearon. Algo pasa en Zarzuela. Tal vez en un próximo capítulo tengamos alguna pista. Emoción y suspense. Real y surrealista realidad.