Hace dos años abría sus puertas tratando de hacer del arte una iniciativa empresarial, pero buscando sobre todo servir de escaparate para acercar la pintura, la escultura y todo tipo de estilos creativos a la sociedad. Y hace unos días, La Doce celebraba su segundo aniversario haciendo un balance más que positivo de esta corta pero intensa trayectoria: «Foi moito mellor do que esperaba», aseguraba la responsable de la galería, María Magán.
La artista boirense hizo coincidir la fiesta de cumpleaños con la apertura de la exposición de Juan Fontaíña, un ribeirense que presenta Escoito un río seco. Se trata de una colección en la que la tradición rivaliza con lo contemporáneo y que utiliza la fotografía para enseñar un mundo antropomórfico, lleno de color y formas. «Para este segundo aniversario apetecíanos apostar por un autor da comarca. Fontaíña presenta un traballo novo e espontáneo, pero tamén serio e rigoroso», explicó Magán.
La exposición, que llega a Boiro comisariada por Francisco Porto, no fue el único ingrediente del cóctel festivo que se sirvió en La Doce. También hubo una buena ración de música, humor y poesía, que corrió a cargo de María Lado y Lucía Aldao, más conocidas como Aldaolado. Entre el público estaban, además de un puñado de artistas de la comarca, el regidor local, Juan José Dieste.
Plan de expansión
María Magán aprovechó para agradecer a los presentes el apoyo prestado durante estos dos años: «Estamos moi satisfeitos pola participación dos veciños da comarca nas actividades organizadas». Y anunció que su objetivo es seguir en esta misma línea, tratando de acercar el mundo del arte a la gente de a pie.
Pero la artista también relataba ayer que sus planes pasan por ampliar el radio de expansión más allá de las fronteras de Barbanza. La Doce estará en Culturgal, en una sección especializada en arte contemporáneo, y también acudirá a Madrid, a una feria de arte emergente que coincidirá con Arco.