Una veintena de piezas patrimoniales están depositadas fuera de Barbanza

Antón parada RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CEDIDA

El coruñés Museo do Castelo de San Antón acapara la mayoría de los hallazgos

19 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El reciente caso de la devolución de las obras artísticas de Sijena desde museos y colecciones de Cataluña ha encendido un debate sobre la propiedad de los elementos patrimoniales a todos los niveles. Y lo cierto es que no hace falta irse al Museo Arqueológico Británico para hallar casos de piezas históricas descubiertas en otros territorios, puesto que la comarca cuenta con, al menos, una veintena de recursos arqueológicos de interés que se encuentran en museos o en almacenes fuera de Barbanza.

Se trata de una lista que está coronada por el hallazgo más sonado de la zona, el casco de Leiro, una pieza de armadura de oro de 24 quilates que fue descubierto en 1976 por el vecino José María Vicente Somoza. El paradero de este casco se corresponde con el destino de la mayor parte de todo lo que ha aparecido en Barbanza a lo largo de los tiempos, el Museo do Castelo de San Antón, hasta el 2011, cuando el Centro de Interpretación Arqueolóxica do Barbanza, situado al lado de los yacimientos boirenses de la península de Neixón, obtuvo la categoría de museo.

La lista

Al casco de Leiro hay que sumarle el conjunto rianxeiro conocido como las espadas de Isorna, que fueron halladas en el castro de As Cercas. La armería histórica de Rianxo también cedió las alabardas de la finca de A Rebolada da Cana al Museo de San Antón, así como las ánforas y vestigios metálicos que aparecieron en el entorno del río Ulla o la lápida funeraria romana de O Araño. Estos hallazgos están en el museo de Pontevedra.

Por su parte, los restos que han aparecido en castros como el de Baroña o Taramancos, los ídolos del dolmen de Axeitos o las cerámicas del Castelo da Lúa se encuentran también en el museo arqueológico coruñés. Los hallazgos de Neixón se repartieron entre Betanzos, el provincial ourensano, la facultad de Xeografía e Historia de la USC, el Instituto Padre Sarmiento y el Castelo de San Antón, mientras que las piezas de punta Ostreira están en un almacén de esta última sala.

El compostelano Seminario de Estudos Galegos se quedó a su vez con los restos encontrados en A Cova da Moura, y el museo lucense hizo lo propio con el collar de oro de Chans do Barbanza.

Los expolios

A la marcha del patrimonio del que se conoce su paradero hay que sumar la desaparición del que no dejó rastro. «Existe constancia da destrución e roubo de figuras relixiosas na comarca», explicó Manuel Gago, divulgador del patrimonio cultural y docente en la USC, para poner el foco sobre las piezas religiosas barbanzanas más expoliadas: «Os petos das ánimas, esas caixas de madeira para os santos que se colocaban nos cruceiros».

El autor de la novela O anxo negro explicó que aquella desaparición provocó que los vecinos se organizasen para «colocar reixas de protección». De una forma similar, destaca el caso de los dos bustos extraídos por orden de Otero Goyanes del templo pobrense de Santiago de Deán, el del emperador Carlos I de España y el de su consorte Isabel de Portugal. Pero no se han ido muy lejos, tal y como indica el director del Museo Valle-Inclán, Antonio González: «Dende o ano 1973 están na fachada da Torre de Goiáns, nos flancos do oco dunha das ventás do salón».

Los elementos más representativos ¿Dónde se encuentran actualmente?

El elemento patrimonial más reconocido de la comarca fue trasladado a este museo porque en su época no existía un lugar seguro más cercano.

Esta portada de la revista Nós se halla en la sala provincial pontevedresa, al igual otras obras que se encuentran en un museo en Santiago.

Otro de los descubrimientos más importantes de la comarca forma parte de la colección permanente de los fondos museísticos de esta sala de exposiciones coruñesa.

Tras el episodio de derrumbes vivido en la playa de Tanxil, los propietarios se llevaron la imagen original, que fue sustituida por una nueva versión en el 2012.

Este conjunto pobrense formado por siete piezas metálicas descansa en el almacén de este centro coruñés y nunca ha sido musealizado.

De toda esta lista, este escudo y la laxe dos Campiños son las únicas piezas que regresarán al auditorio de Rianxo, ya que se encuentran de gira en una exposición temporal.