El turismo inclusivo apela a la inclusión como una estrategia para que los implicados en la oferta y gestores de recursos diseñen productos y servicios enfocados a la más amplia diversidad de consumidores. Requiere entender los beneficios de la diversidad, imaginar y anticipar vías para diferenciarse, y tener una ventaja competitiva.
Va de convertir recursos como casas rurales, hoteles, restaurantes, espacios naturales, centros de interpretación y museos, puertos, medios de transporte, programas culturales, entre otros, en activos idóneos para atraer un amplio mercado potencial. Va de economía.
Consiste en procurar certezas al cliente sobre qué encontrará en un destino o servicio. Genera entornos en los que todas las personas se sienten bienvenidas. Facilita soluciones e infunde confianza en todas las personas, algo muy apreciado por un creciente caudal de consumidores con voluntad de solazarse con nuevas y satisfactorias experiencias, independientemente de su edad y de cómo funcione su cuerpo.
Requiere pensar más allá del propio preconcepto y considerar quiénes podrían ser los clientes que harán viable el negocio. Las tácticas para lograrlo arrancan en el diseño. Diseñar logrando resultados atractivos y satisfactorios no es diseñar para una minoría especial, ni en función de un estilo o de una moda. La clave es aplicar criterios de diseño universal.
Está al alcance de cualquier emprendedor. Y si una comarca cuenta con un plan director, cada nueva iniciativa fortalecerá al conjunto. Se trata de proyectar y realizar entornos, productos, servicios, políticas, infraestructuras, información y programas para uso por todas las personas, en la mayor medida posible, sin la necesidad de adaptaciones especiales individuales.
Barbanza dispone de atractivos importantes, de singularidades naturales y activos culturales extraordinarios. Precisa de un plan de conexión con el caudal de oportunidades del turismo inclusivo.
Articular este potencial corresponde a gobiernos y actores políticos locales, empresarios y trabajadores, formadores, comunicadores, gestores de recursos públicos y privados, técnicos y demás agentes interesados en componer un puzle con el que todos podrán ganar.
José Antonio Nóvoa es miembro de Foro Vida Independiente.