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El complejo del faro de Corrubedo constará de restaurante, quiosco y un hotel con 11 habitaciones

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El empresario Anxo Rodríguez valora convertir en centro social un pequeño galpón situado detrás de uno de los inmuebles

04 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los iconos del municipio ribeirense, el faro de Corrubedo, se salvará del deterioro para convertirse, de la mano del empresario Anxo Rodríguez, en un complejo hostelero. El ya concesionario dará nueva vida a los cinco edificios que integran el conjunto arquitectónico, que contará con restaurante, un quiosco y un hotel de 11 habitaciones, repartidas entre los inmuebles de la sirena y la antigua casa del farero. Además, el promotor valora habilitar un centro social en un pequeño galpón situado detrás de uno de los inmuebles. El gerente de los cámpings Ría de Arosa afirma: «Se trata de una propuesta que busca poner en valor el lugar y las edificaciones».

Conjuntamente con el estudio de arquitectura GOC, Anxo Rodríguez comenzó a definir la actuación cuando tuvo conocimiento de que la Autoridad Portuaria de Vilagarcía iba a sacar a concurso la explotación de las edificaciones: «Es un proyecto que siempre tuve en mente porque se trata de un entorno que transmite energía».

La inversión ronda los 1,5 millones de euros y la previsión es contratar a nueve personas a tiempo completo y otras dos de forma parcial. El empresario afirma que su propuesta, una vez materializada, será un referente a nivel nacional e internacional.

Cafetería y heladería

Consciente de la capacidad de atracción que ofrece el faro, la propuesta de Anxo Rodríguez va más allá de la explotación hostelera. Por eso, la zona se acondicionará, facilitando la accesibilidad y conectando las construcciones mediante unas pasarelas de madera. Además, habrá servicios para todo tipo de visitantes. De esta forma, una pequeña construcción de piedra que hay frente al edificio en el que se emplaza la señal luminosa se transformará en una cafetería y heladería.

El entorno objeto de actuación tiene una superficie total de 20.000 metros cuadrados, en la que, respetando las características naturales del entorno, se habilitará un área de estacionamiento. Rodríguez asegura que todo el recinto es «un espacio mágico que transmite energía». También resalta el entendimiento que tuvo desde el primer momento con el estudio de arquitectura que diseñó el proyecto.

De hecho, no solo se rehabilitará el interior de los inmuebles, sino que se crearán los elementos que formarán parte de la decoración e, incluso, de los servicios a los clientes. El director creativo de GOC, Alberto Vázquez, explica: «Diseñamos desde la lámpara hasta el emplatado del restaurante o el olor de las habitaciones para conseguir una coherencia y un discurso lineal que ofrezca una experiencia completa y atractiva».

Los visitantes podrán acceder a la terraza y el edificio de la linterna incluirá imágenes y datos históricos

El edificio en el que se emplaza la señal luminosa albergará el restaurante, pero la intención es que sea mucho más que un lugar para comer. De hecho, podrá visitarse sin necesidad de ser cliente del establecimiento e, incluso, se permitirá el acceso a la terraza.

En una segunda fase de las actuaciones previstas, el empresario Anxo Rodríguez pretende aprovechar el mirador que supone este balcón para ofrecer también servicio de hostelería.

Al mismo tiempo, dada la relevancia del faro y la historia del lugar, con naufragios y leyendas, el inmueble se convertirá también en un pequeño recinto expositivo. Habrá imágenes antiguas y textos explicativos que permitan a quienes accedan al recinto comprender la importancia del faro y de la zona litoral.

El único lugar inaccesible será la parte alta, en la que se encuentra la señal luminosa propiamente dicho. El faro continúa funcionando de forma automática y únicamente los profesionales tienen autorizado el paso.

 Turismo de calidad y accesible

Rodríguez dijo que su objetivo es potenciar el turismo de calidad y recalcó que quiere ofrecer un servicio económica accesible a una amplia franja de personas.

Para que empiecen las obras solo falta que el Consejo de Ministros dé el visto bueno a la actuación en el dominio público.