Los vecinos de Mazaricos se muestran indignados por las deficiencias del centro de salud
BARBANZA
Las goteras han obligado a colocar cubos de agua en el ambulatorio
10 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Desconchones en las paredes, manchas de humedad en techo y esquinas, y cubos en el suelo para recoger el agua de las goteras. Ese es el estado que presenta el centro de salud de Mazaricos, y que ha provocado una ola de indignación entre los vecinos de la localidad. Los usuarios del dispensario no solo se quejan del mal estado de las instalaciones, sino que incluso se preguntan si las deficiencias pueden tener consecuencias sobre su salud. «¿Ti veslle xeito que se fagan curas ou se atendan urxencias nunha sala coma esta? Teño ao meu home recibindo osíxeno ao lado dunha parede que cae coa humidade», apuntaba ayer una vecina del lugar de Vioxo.
Igual de indignado se muestra el propio alcalde, Juan José Blanco, que critica el escaso interés que, a su entender, tiene la Consellería de Sanidade a la hora de dar solución a este problema. «O Concello leva, dende o momento mesmo da súa construción, facéndose cargo dos problemas dunha obra defectuosa. Nos últimos anos gastamos máis de 30.000 euros en distintos arranxos na cuberta para evitar as filtracións de auga. Os técnicos din agora que o teito está en moi mal estado e o Concello non ten capacidade económica para levantalo todo e colocar outro novo», apunta el mandatario, que critica la tardanza de los responsables autonómicos a la hora de reunirse con él y tratar este asunto.
«Pedímoslle unha entrevista por escrito ao conselleiro fai unhas semanas e chamamos catro ou cinco veces mais por teléfono, pero disque ten a axenda moi axustada», explica.
Titularidad municipal
Desde Sanidade, por su parte, se limitan a señalar que el centro es de titularidad municipal y que debe ser el Ayuntamiento el que se haga cargo de todas sus necesidades.
Tal como apuntan desde las oficinas municipales, desde el Concello se han realizado distintas mejoras, entre ellas un acceso adecuado para las ambulancias, la reparación de la calefacción o la instalación de una cubierta en la entrada, pues la lluvia convertía el suelo de madera en una superficie muy resbaladiza.