Camaradería marinera en la regata Frinsa

La Voz

BARBANZA

Los participantes en la cita náutica compartieron anécdotas y experiencias durante la entrega de galardones

19 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La mayoría de las competiciones siempre acaban con unos pocos vencedores y muchos vencidos. Sin embargo, cuando reina la deportividad, todos los participantes terminan festejando la celebración de la prueba, como ocurrió este sábado en Ribeira, donde tuvo lugar una nueva edición de la regata Frinsa.

Cuarenta embarcaciones llegadas desde toda la comunidad y también de fuera de Galicia se sumaron a esta cita náutica, en la que la gran mayoría de los tripulantes no quisieron perderse la entrega de premios que tuvo lugar en una carpa que se instaló en las inmediaciones del Club Náutico Deportivo de Ribeira, y que estuvo presidida por Ramiro Carregal, impulsor de la competición.

Además de agradecer la presencia de todos los asistentes, el propietario de la conservera ribeirense Frinsa quiso hacer un breve repaso de la historia de esta regata, que este año cumple su mayoría de edad. Carregal reconoció que, aunque él siempre ha impulsado distintas citas deportivas, tiene especial predilección por esta prueba que lleva su nombre, y que cada año congrega a mayor número de personas y embarcaciones.

Internacionalización

Sobre este mismo tema también quiso incidir el presidente del club náutico ribeirense, José Luis Torres Colomer, que en su discurso habló de su intención de internacionalizar esta competición con la presencia cada vez mayor de embarcaciones que proceden de fuera de Galicia. En concreto, quiso hacer especial mención a una que llegó desde Palma de Mallorca para sumarse a esta cita, y a la que espera que se sumen más en las próximas ediciones, sobre todo procedentes de fuera de España.

Tras la correspondiente entrega de premios, que en esta ocasión fueron para los tripulantes del Catalina de Aragón, en categoría crucero, el Cámping Ría de Arosa (crucero-regata) y el Oral Group (en regata), se pudieron degustaron unos sabrosos pinchos, momento que los participantes aprovecharon para intercambiar experiencias y anécdotas entre ellos en un ambiente en el que reinó la camaradería.