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15 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Como si de un viaje en el tiempo se tratara, las empedradas calles de Noia lucían engalanadas con estandartes, banderillas y paja. Vecinos y visitantes, enfundados en sus armaduras, corsés y ropajes más coloridos, se transformaron en caballeros, doncellas e incluso bufones para pasear entre los tenderetes en la segunda jornada de la Feira Medieval, que este año celebra su vigesimoprimera edición.
Adentrándose en una villa de nuevo amurallada, las calles de O Curro o del Comercio han abandonado su apariencia cotidiana y han sido tomadas por puestos de venta donde se ofrecen a los compradores productos propios del medievo y otras elaboraciones artesanales. Orfebrería, complementos de piel, ungüentos naturales, hierbas medicinales, especias a granel o pastas y arroz. Todo tiene cabida en este mercado más propio de una época pasada.
Otro de los núcleos de interés se encuentra en la calle Escultor Ferreiro. Allí se sitúan los artesanos, que muestran al público sus habilidades con el telar, el cincel, el yunque o las propias manos. Precisamente, uno de ellos es Santiago Martínez, más conocido como Chago O Ferreiro. Convertido en un habitual de esta recreación histórica, destacó la importancia de la feria noiesa, al tiempo que daba forma a una punta de lanza: «Pasei por varias feiras deste tipo, pero sen dúbida esta é a que máis aposta polos oficios». De la misma opinión es el cantero Alberto Rodríguez, creador de la escultura que conmemora el nacimiento de Noia, que afirma que este evento «é unha boa maneira de que non se perdan estes traballos tradicionais».
Como no podía ser de otra forma, en este escenario de época los más pequeños de la casa también disponen de un espacio propio con juegos populares y atracciones, como un tiovivo de madera. O el llamado desafío medieval, uno de los más exitosos, donde los niños deben cruzar un pasillo esquivando mazos y cuchillas de cartón piedra.
La indumentaria
Pero para vivir la Feira Medieval hay que vestirse de época. En una fiesta en la que el público es el actor principal, la noiesa Maica Pérez lo tiene claro: «Una vez que te decides a venir, tienes que hacerlo preparado». Acompañada por María del Carmen Lago y Chiruca de Silda, estas tres amigas han aprovechado la ocasión para convertirse en nobles doncellas con unas indumentarias que ellas mismas se encargaron de confeccionar. «Nos llevó una semana coser los vestidos y todos los complementos a juego», afirmaron.
Uno de los grandes atractivos de la jornada fueron los numerosos artistas que, con sus gaitas, tambores, zancos o mazas, desfilaron para animar a los transeúntes y se encargaron de llenar de música y diversión cada esquina del centro histórico de la villa.
La cita se despide hoy con el desfile de caballeros y el pregón en el Noela
La Feira Medieval llega hoy a su fin cargada de actividades que se extenderán a lo largo de todo el día. La jornada comenzará a las 11.30 horas con la animación musical de Os Xograres de Noega, a los que se sumarán en las horas siguientes el Turdión, Galeoc y, por supuesto, el pregonero real. A la una de la tarde, la plaza de A Fanequeira acogerá una exhibición de cetrería, que se repetirá a las 19.30 horas.
A partir de las cuatro de la tarde se volverán a suceder las actuaciones musicales y teatrales, que tendrán como epicentro la plaza de O Tapal. Pero el plato estrella llegará por la noche, con la celebración del torneo y las justas de caballeros en el paseo marítimo (20.30 horas) y la lectura del pregón Portus Apostoli en el coliseo Noela (22.00 horas). La cita se cerrará con el espectáculo O periplo de Arnolfo en la Alameda a las 23.45 horas.