La producción láctea bate un récord pese a reducirse la cifra de granjas

Xoán Ramón Alvite Alvite
Xoán ramón alvite MAZARICOS / LA VOZ

BARBANZA

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El volumen de negocio del sector durante este ejercicio rondó los 45 millones

27 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada día son menos y sus márgenes de beneficio más exiguos. Actualmente producen leche en territorio barbanzano apenas 400 explotaciones -la cuarta parte que hace dos décadas- que cobran 30,8 céntimos por cada litro que entregan a la industria. En el mejor de los casos, céntimo y medio por encima del considerado coste medio de producción. Es un escenario complicado, agravado por la desaparición de las cuotas lácteas hace casi cuatro años, pero que no impide, sin embargo, que el sector siga demostrando su enorme potencial. De hecho, lejos de registrarse un retroceso en las entregas, estas siguen creciendo de forma imparable, hasta el punto de que el presente ejercicio se cerrará con un nuevo récord, al superarse los 92 millones de litros de leche producidos.

En términos económicos, el volumen de negocio del sector rondó este ejercicio los 30 millones, a los que hay que sumar otros 15 millones más derivados de la venta de animales para su aprovechamiento cárnico.

La evolución

La evolución histórica experimentada por el sector lácteo barbanzano resulta inusual, aunque sencilla de explicar: la cifra de granjas disminuye, pero las que siguen en activo cada vez son más grandes, tienen mayor número de animales y estos, a su vez, son mucho más lecheros.

En este sentido, la comparación de las cifras no deja lugar a dudas, si en 1995 el número medio de reses por granja se situaba en 25 cabezas -su producción media individual era de 6.500 litros- ahora sobrepasa las 55 reses con unas medias por cabeza que están por encima de los 8.000 litros. Otro tanto ocurre con la base territorial de la que disponen, pues mientras las granjas de la zona contaban con una media de siete hectáreas de cultivo hace un cuarto de siglo, ahora promedian más de 20.

Las cifras lácteas del ejercicio 2018 consolidan la posición de Mazaricos como uno de los principales municipios lácteos de Galicia. Porque, aunque las 400 explotaciones en activo se reparten por buena parte de la comarca, las mazaricanas acaparan el grueso de la producción. Con algo más de 80 millones de litros anuales, este municipio se sitúa como el primer concello lácteo de la provincia y el cuarto de Galicia, tras A Pastoriza y Castro de Rei, en Lugo, y Lalín, en Pontevedra.

Según los datos de la Asociación de Criadores de Frisón de A Coruña, la comarca está entre las primeras de Galicia en capacidad productiva de su ganado. Mientras la media gallega ronda los 7.800 litros por vaca y año, en Barbanza supera los 8.200.

De los poco más de 30.000 animales censados, unos 8.000 tienen aptitud cárnica y más de 12.000 ni siquiera alcanzan los dos años edad, momento a partir del cual, si se trata de reses frisonas, comienzan a producir leche.

Algunos datos

Litros: las granjas de la zona produjeron 92 millones de litros.

Volumen de negocio: El sector logró en la comarca unas cifras de 30 millones.

Animales: Hay 30.000 reses censadas, 12.000 de menos de dos años.

El 52 % de la materia prima se vende a la industria por debajo de los 30 céntimos el litro

El bajo precio que registra la materia prima en origen sigue siendo el principal problema al que se enfrentan las explotaciones lácteas barbanzanas. Actualmente, el 52 % de la leche que se produce en la comarca se vende a un precio inferior al de coste. De las 400 granjas que continúan en activo en la zona salen cada día más de 265.000 litros de leche, de los cuales 160.000 se comercializan a menos de 30 céntimos, cantidad mínima a la que distintas entidades cuantifican el coste medio de producción.

El Ministerio de Agricultura eleva esa cifra a una horquilla que oscila entre los 28 y los 36 céntimos, lo que aumentaría significativamente el porcentaje de las que venden por debajo del coste hasta casi la totalidad.

Al margen de la cantidad que se tome como referencia, parece claro que un número significativo de establos están perdiendo dinero. Y, lo que todavía parece más grave, nada indica que la situación pueda llegar a mejorar a corto plazo.

Equilibrio (Sálvora)

Aunque no pasará a la historia como un buen año, lo cierto es que el 2018 ha sido, en líneas generales, bastante benévolo para los ganaderos de la comarca. Porque, aunque el precio de la leche apenas ha subido, tampoco lo ha hecho el de los piensos, uno de sus principales gastos. Las cosechas de hierba y de maíz han sido muy buenas y tener asegurada la alimentación del ganado invita a un moderado optimismo a corto plazo.