Costas refuerza la vigilancia para impedir aparcar cerca de las playas

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Además de carteles, se han colocado bloques de piedra que obstaculizan los accesos

28 jun 2019 . Actualizado a las 22:02 h.

La Demarcación de Costas del Estado está decidida a que este año los arenales de la comarca no se vuelvan a ver invadidos de turismos cuando llegue el buen tiempo, y por eso en las últimas semanas se han intensificado los trabajos para impedir el acceso de los coches y autocaravanas a estos entornos naturales. La colocación de grandes bloques de hormigón cerrando el paso de distintos caminos es la última medida que se ha puesto en práctica con el objetivo de alertar de que ese lugar es una zona de dominio público marítimo-terrestre y que, por lo tanto, está prohibido estacionar y también acampar.

Playas como Balieiros y A Ladeira en Corrubedo, A Retorta en Boiro, o A Corna en A Pobra ya lucen estas enormes piedras que, en muchos casos, también van acompañadas de carteles donde se informa de que no se puede circular ni estacionar en estas zonas. Paralelamente a la colocación de estos obstáculos y señales, también se ha incrementado la vigilancia de estos entornos y, consecuentemente, esto ha derivado en un considerable incremento de sanciones contra aquellos que no están dispuestos a acatar la normativa vigente.

Esta misma semana, la Policía Local de Carnota se veía obligada a multar a los propietarios de dos autocaravanas que decidieron echar el freno en las inmediaciones de la playa de Maceiras, una de las últimas en las que también se han tomado medidas para evitar el estacionamiento de vehículos en zonas de dominio público marítimo-terrestre. Sin embargo esta no es la única zona carnotana en la que las sanciones se han disparado por el aparcamiento indebido de vehículos, algo que también ha ocurrido en Carrofeito y Caldebarcos.

Incremento notable

Si el año pasado las sanciones que interpuso la Demarcación de Costas por ocupar una zona próxima a las playas superó las 600, este año se calcula que podrían ser muchas más a pesar de las nuevas medidas que se han puesto en práctica. De hecho, en el 2018 se habían incoado un centenar de multas por este motivo solo en el primer cuatrimestre, una cifra que se superó con creces en este ejercicio, y eso que es ahora cuando comienza la temporada fuerte de playa y, por lo tanto, cuando se espera que este tipo de delitos se incrementen considerablemente.

Según la Ley de Costas de 1988, está expresamente prohibido el estacionamiento y circulación en las zonas de dominio público marítimo-terrestre, por lo que vulnerar esta normativa se considera una falta grave. Las sanciones pueden ir desde los 100 euros hasta los cerca de 3.000 que tuvo que abonar el año pasado el propietario de una autocaravana, que decidió aparcar durante 15 días en las inmediaciones del litoral de Porto do Son.

Muchos usuarios desconocen que en esas zonas está prohibido acampar y estacionar

La fuerza de la costumbre. Eso es lo que alegan muchos usuarios de los distintos arenales de la comarca cuando se encuentran con una multa en el parabrisas de su automóvil por ocupar terreno de dominio público marítimo-terrestre en el que está prohibido estacionar o acampar. «Nos dicen que toda la vida dejaron allí sus coches y que nunca pasó nada», apuntan desde varias policías locales, que destacan que muchas personas ni siquiera reparan en las señales de prohibición o, si lo hacen, «deben pensar que están de adorno y siguen dejando los coches donde les viene muy bien. Cuanto más cerca de la playa mejor».

Los agentes municipales se han visto obligados a colaborar con los de la Demarcación de Costas y con los del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil) para intentar frenar el aluvión de vehículos que todos los años invaden las inmediaciones de los arenales barbanzanos, y así hacer cumplir la normativa.

Andando (Sálvora-Opinión)

Está claro que, si pudieran, muchos bañistas llegarían con su coche hasta la orilla del mar, y así no tener que dar ni un solo paso para poder estirar la toalla y tirarse a tomar el sol. Sin embargo, desde hace mucho tiempo existe una normativa que impide invadir con los turismos los entornos naturales situados en las inmediaciones de los arenales de la comarca y, de no hacerlo, además del moreno se pueden llevar una multa para casa.