Al menos unos 14 vecinos de la zona fueron víctimas o se salvaron de la muerte en los campos de Mauthausen y Gusen
14 ago 2019 . Actualizado a las 19:57 h.Cuando el 5 de mayo de 1945, las tropas del ejército estadounidense llegaron a las puertas del campo de exterminio austríaco de Mauthausen, se encontraron con un grupo de españoles que no habían desperdiciado el repliegue del ejército nazi, con un cartel que anunciaba la liberación de esta fábrica del horror. Pero detrás de aquella icónica pancarta se hallan también las historias y tragedias de una quincena de vecinos de la zona.
Al hilo de la reciente publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) -por parte del Ministerio de Justicia- del listado de españoles fallecidos en el entramado de centros que conformaban el complejo de Mauthausen -como Gusen- han vuelto a surgir las dudas sobre el baile de cifras, que el documento fija en siete barbanzanos, pero que historiadores y expertos han recogido hasta 14 y apuntan a que podría superar la quincena.
«Moitos non eran rexistrados porque foron declarados apátridas polo franquismo», precisó el historiador Xesús Santos de una de las razones que crea distorsiones en los recuentos oficiales y oculta historias como la de Silvestre Alvite Miranda, de la ribeirense parroquia de Olveira, al que le robaron la vida en 1942 en Mauthausen. Otras como la del pobrense Francisco Mendoza Coto, que pasó por al menos tres de estos recintos, son «auténticos interrogantes», ya que nunca se supo nada de su final.
Junto al experto Xesús Costa, Santos es coautor de una obra que ahonda en este tema y que salió a la luz hace poco tiempo, Do Sar a Monte Louro, Memorial da represión do 1936 a 1950. Entre las causas de muerte abundaban las ejecuciones, así como desfallecimientos y enfermedades debidos a las nefastas condiciones de vida y de trabajo a los que eran sometidos.
Baile de cifras
«Esta listaxe é algo absolutamente incompleto, xa que está elaborada a través da lista que o Goberno francés publicou a partir dos 50», explicó Carmen Rodeja, portavoz de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), señalando que solo recoge fallecidos y que en el 2006, el propio ministerio español ya lanzó la mayor documentación de este ámbito a través de la investigación de Benito Bermejo y Sandra Checa.
Uno de los factores que ilustra la dificultad para crear una base de datos exacta se ejemplifica en que aquella obra recibió más de 3.000 rectificaciones por nombres, fechas o lugares de procedencia. «A zona do Barbanza é especialmente relevante. Como moitos galegos que tiveron que fuxir, parte deles fóronse en barcos para incorporarse á fronte republicana [da Guerra Civil]», señaló Rodeja, cuya entidad sigue recogiendo datos y atendiendo dudas a través del correo deportadosgalicia@gmail.com y realiza una investigación con un experto al cargo de los datos de cada provincia gallega.
La integrante de la ARMH destacó que «o que importan son as persoas que están detrás dos nomes e as súas familias» por eso es importante conseguir una recopilación exhaustiva para estar a la altura de personas como el ribeirense José García Sobrido, que sobrevivió guardando en su memoria la lista de los compañeros caídos tan lejos de casa.