Escoria

Estevo Silva Piñeiro SOSPECHOSO HABITUAL

BARBANZA

19 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Errare humanum est. El error forma parte de la naturaleza humana. Por desgracia, la mezquindad también. Estamos asistiendo al bochorno de ver como se utilizan, por enésima vez, vidas humanas para la confrontación política de unos vividores de primer orden. Hoy, a propósito del Open Arms, no me voy a andar con sutilezas.

Sepa lector que si las personas que se están jugando la vida en el Mediterráneo por salir del infierno en el que viven tuviesen la piel blanca esto no pasaría. Si tuviesen dinero en los bolsillos, tampoco. Pero son negros. Negros, pobres y además, la mayoría, musulmanes. El mejor caldo de cultivo para los predicadores de la política.

Nadie abandona su casa por gusto, y mucho menos para dejarse la vida en el mar, si no está al límite de la desesperación. A ese límite los hemos llevado nosotros, los blancos occidentales y nuestras blancas empresas, expoliando al continente más rico del mundo hasta el tuétano. Hemos armado a sus señores de la guerra para que se aniquilen entre ellos. Hemos sembrado a sabiendas el odio y la muerte mientras nosotros nos llevamos por la puerta de atrás sus numerosísimos recursos. Pero ahora no los queremos aquí. Vienen a no adaptarse; a invadirnos y a delinquir…

Hace falta ser borrego para ignorar de donde vienen estos lodos. Hace falta ser un auténtico canalla como Marcos de Quinto o Salvini para acusarnos a los demás de «buenistas» y jugar con esto al rédito electoral.

No, gentuza, buenistas no, solo tenemos mala conciencia. Pero la tenemos. Ustedes son escoria. Me asquea incluso respirar el mismo aire que ustedes respiran.