El aprovechamiento de la energía solar y el purín, fuentes de ahorro para los ganaderos
BARBANZA
Ismael Vilacoba y Antonio Pérez indicaron que una planta fotovoltaica reduce un 30 % los costes energéticos
02 dic 2019 . Actualizado a las 21:10 h.Una explotación de tamaño medio puede ahorrar hasta 10.000 euros anuales si realiza una correcta gestión del purín que generan sus vacas y aprovecha la energía solar para producir la energía eléctrica que necesita. Sobre cómo conseguirlo se habló ayer en la jornada sobre el sector lácteo celebrada en Mazaricos en el marco de la Semana Gandeira de este año, en la que también se trataron otros aspectos encaminados a mejorar la sostenibilidad tanto económica como ambiental de las granjas.
Precisamente, sobre este último aspecto incidieron Ismael Vilacoba y Antonio Pérez, que animaron a los presentes a beneficiarse de las potencialidades de una energía limpia y renovable como la fotovoltaica. «Ademais de ser a máis respectuosa co entorno é tamén a que máis beneficios dá en relación ao investimento que precisa», explicaron.
Los responsables de la empresa Nortesla señalaron que una planta fotovoltaica permite, por ejemplo, reducir un 30 % los costes energéticos de una explotación ganadera con una inversión que fácilmente se amortiza. «Se ben o investimento depende das características concretas de cada granxa, na maioría dos casos a amortización faise nun período máximo de sete anos, e incluso na metade de tempo se a instalación está subvencionada. Polo contrario, a vida útil dos paneis é de 25 anos co cal a rendibilidade está garantida».
Igual de provechoso para los ganaderos resulta realizar una buena gestión del purín que generan sus animales, tal y como indicó a los asistentes Juan Castro Insua, técnico del Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo (CIAM). «Hai que partir da base de que o xurro é un recurso, un abono natural barato e de gran calidade, e non un residuo como pensan moitos. Aproveitalo de xeito conveniente pode supor aforros de ata 3.000 euros por hectárea de terreo», explicó el investigador, considerado como uno de los mayores especialistas de Europa en esta materia.
Fosas cubiertas
En este sentido, Castro Insua señaló la conveniencia de que todas las explotaciones dispongan de fosas cubiertas, debido a la elevada pluviosidad que se registra en Galicia, y con suficiente capacidad para albergar el purín que se genere entre los meses de octubre y marzo. «Isto garante un purín de calidade e, polo tanto, un aforro importante de diñeiro. Tamén un beneficio para o entorno, pois evitará contaminacións do solo por nitratos como xa se ten dado noutras rexións de Europa».
El investigador del CIAM también aconsejó a los agricultores la adopción de buenas prácticas agrarias, como la aplicación del purín en días de llovizna o su enterrado con una grada cuando se aplique sobre fincas de cultivo.