
Excursionistas de los dos últimos fines de semana sufrieron robos de objetos de valor en sus vehículos
06 jun 2020 . Actualizado a las 19:50 h.Por lo que se ve, los dioses celtas protegen su Olimpo, pero no las pertenencias de quienes lo van a visitar. Lo saben bien algunas de las personas que, aprovechando la desescalada, subieron al monte Pindo durante los dos últimos fines de semana y que, al descender, se encontraron con la desagradable sorpresa de que habían robado de sus coches todos los objetos de valor.
«No noso caso, romperon unha das ventás de atrás e marcharon cunha bolsa na que tiñamos roupa e zapatos para cambiarnos ao baixar. A verdade é que xa procuramos non deixar nunca nada dentro do coche porque xa noutros sitios tivemos contratempos parecidos», apunta Ángel, un joven de Carballo que junto a su novia inició la ruta al alto de A Moa sobre las once del mediodía del pasado domingo.
Como él mismo reconoce, otros tuvieron bastante menos suerte, porque también les robaron una cartera que guardaban en la guantera, un par de gafas y varias prendas deportivas. «Era unha parella de Bertamiráns ou das voltas de Santiago, creo recordar. A eles deberon de forzarlles as portas porque os cristais estaban intactos», explica.
Frecuentes casos
Lejos de ser algo puntual, estas situaciones se vienen repitiendo de forma constante en los últimos años a raíz de la popularización de esta ruta, tal y como reconocen desde la Policía Local de Carnota y Protección Civil de Mazaricos.
También lo confirman los propios vecinos de O Fieiro, el núcleo desde el que parte la ruta por su vertiente mazaricana, que incluso ponen su granito de arena cediendo sus propiedades para que los visitantes aparquen sus coches y así puedan evitar posibles hurtos. «Aos que vemos ou preguntan dicímoslles que aparquen aquí ao lado da casa, pero moitos van para arriba porque tampouco temos sitio para todos», apunta una residente en la localidad que pide mayor presencia de la Guardia Civil en la zona, principalmente durante los fines de semana, cuando la afluencia de personas es mayor.
Subir y bajar al alto de A Moa, el punto más elevado del monte Pindo, lleva escasamente dos horas, aunque muchos aprovechan la llegada a la cima para disfrutar un buen pedazo de las vistas e incluso para almorzar o merendar en el lugar. En cualquier caso, es un tiempo más que suficiente para que los amigos de lo ajeno puedan hacer de las suyas con relativa impunidad. Principalmente en aquellos casos en los que montañistas optan por conducir hasta el punto mismo en el que comienza la subida a pie en vez de dejar el coche en la explanada habilitada en las inmediaciones de la aldea de O Fieiro.
Si bien no existe un registro oficial del número de personas que cada año efectúan la ascensión al Olimpo celta, fuentes municipales las sitúan en el entorno de las 2.000, con jornadas estivales en las que resulta habitual que en la cima coincidan más de un centenar de visitantes.
Son los que apuestan por la ruta que parte de territorio mazaricano y que, al parecer, representan apenas un tercio de los que inician la ascensión desde la localidad carnotana de O Pindo.